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Áreas nuevas: portuarias, aeroportuarias, rellenos sanitarios y recreación; con mejores flujos; tras retomar un estímulo de Julio del 2006 que figura graficado al final de la tercera página del capítulo 1° de este sitio; tras advertir la necesidad de recuperar flujos en el sector costanero urbano Norte; Ver aguasdelestuario1; y Diagnosticodeflujos, Pág. 54; tras visualizar refulados que aflorando permiten imaginar la conveniencia de consolidarlos para luego comenzar a trasladar áreas portuarias y aeroportuarias allí; Ver esbozosbreves 14/1/07 ; y luego de verificar las crisis del Delta Central; ver de recuperar flujos que obren de costaneros Este de estas nuevas áreas; y por allí abreviar acceso al Guazú para naves de ultramar; mediando obranzas para rellenos sanitarios y acercando un día no demasiado lejano, nuevas áreas de recreación en estos extendidos bordes de penetración fluvial con aguas balnearias; Ver corredorcentral 8/2/07 .

de aguasdelestuario1, Pág. 1

El área que media entre los sedimentos al Este del Emilio Mitre y la costa urbana tendrá que ser salvada, repito: resolviendo en algo la salida del Luján y potenciando al San Antonio para así recrear la función "Cenicienta" del antiguo canal natural costanero, siempre obligado y único recurso inmediato para salvar nuestras urgencias ambientales;

dragando los cursos y abriendo mejores salidas para el San Antonio y el Urión; sin olvidar los servicios del Vinculación que deben ser repuestos al San Antonio, para así reactivar la energía del sector, al tiempo de dejar el camino abierto al Luján que hoy ve muy frenada su salida por disociación molecular con el Vinculación.

Demoradas proyecciones sanitarias, que por la tracendencia de estos torpes e inestimados envenenamientos, dan y darán vergüenza a toda la Nación.

 

de esbozosbreves, Pág. 53

comenzar a depositar alguna curiosidad en las perspectivas que algún día con criterio logren iluminar las áreas al Este del Emilio Mitre. Allí ya casi afloran más de 10 Km de lonjas, que acompañando al Emilio Mitre ven pasar todo el tráfico de la Hidrovía.

Los descalabros generados por el decreto 1980/77, liberando playas y riberas del Luján y del estuario a 4 municipios, que ya han llevado el atascadero y muerte de flujos a situaciones infernales, merecería igualmente descubrir una alternativa de salida a estas presiones urbanísticas, fortaleciendo las lonjas sedimentarias al Oeste del Emilio Mitre, para allí asentar los nuevos puertos deportivos.

volver a repensar las recomendaciones de Hallcrow y reponer la draga de corte que se perdió en Centroamérica hace 4 años, haciendo trabajo extra.

Refular con una draga de corte permite consolidar los largos territorios sumergidos al Este y al Oeste del Emilio Mitre en aquellas áreas donde los refulados prácticamente afloran. Y allí se puede refular por 300 años.

Al Este del Emilio Mitre cabe imaginar algún día los más extraordinarios desarrollos portuarios; de los que la ciudad hoy carece y reclama, a pesar de todos los problemas de contaminación que acarrea cualquiera de estas instalaciones. Estas áreas serían el sueño de cualquier urbanista. Habrá que descubrir por dónde se entra a ellas para tallar su infraestructura.

El desarrollo de los refulados ya casi emergentes en el Emilo Mitre inevitablemente  se consolidará y un día necesitará de un canal natural costanero de mucha energía: el de la Barca Grande.

Energía del corredor central de flujos estuariales que habrá que recuperar pues allí cumplirá la función imprescindible, repito, de corredor natural de flujos costaneros de estas nuevas riberas centrales.
El diseño de esa franja es muy importante, al igual que sus destinos, muy ricos.

Al quedar encajonado, el sector al Oeste del Emilio Mitre necesita todo tipo de cuidados: reposición de la energía de sus pequeños tributarios; eliminación de vertederos y sustitución por emisarios que lleven los contaminantes al otro lado de los refulados; cuidado de las líneas de ribera y dragados de mantenimiento del antiguo canal costanero que ha quedado abandonado.

La función primordial de este canal no es el tránsito de chatas, sino su roll de cenicienta de las costas de San Isidro y Vicente López.

Los refulados al Este del Emilio Mitre presentan consistentes desarrollos, cercanos a emerger en sectores al Norte del Km 26 donde se ha establecido el paso para los veleros que van a San Juan.

Tarde o temprano estas barreras refuladas harán su aparición. Pero de hecho, su elevación actual ya ha modificado el comportamiento del estuario en esta cercanía deltaria.

No deseo cerrar este documento sin mencionar estos 4 temas:

a) La consolidación y provechos de los refulados al Este del Emilio Mitre;

b) el cuidado de la formidable boca de salida de flujos estuariales a la Gran Hoya del canal Intermedio a través del largo sendero del Rada exterior, a partir del Km 16 del canal de acceso.

c) la recomposición de los flujos del Barca Grande, del Paraná Miní, del Correntoso, del Guazucito y del Guazú al Sur. Para así permitir...

d) la corrección y limitación de áreas de hidrotermias en el sector que va desde el canal Buenos Aires hasta la isla Lucha, pues aquí se juega la Vida del estuario en lo que hace al porvenir argentino; que sin lugar a dudas reclamará mirar mucho más allá de ese tratado que pronto cumple 33 años.

de Diagnosticodeflujos, Pág. 54

Estos estudios en la zona Norte deben incluir las reposiciones de energías al canal natural costanero. Energías que también obligarán a considerar los flujos del Canal de Vinculación, San Antonio, Urión, canal del Este y Desaguadero.

de corredorcentral, Pág. 55

Durante siglos, la navegación de cruce entre ambas riberas del Plata y la navegación de entrada al Paraná  Guazú contaba con dos sendas alternativas como mínimo.

Con aparejo latino, el viento ENE permitía apuntar al paso de la Barca Grande. No sólo más directo, sino mucho menos peligroso que las piedras de la otra ribera. Con vela cuadra este mismo rumbo reclamaba vientos del E, del SE, del O, del SO y del Sur.

Para los descensos, más allá del N, NE y E, hasta el viento del SE resultaba favorable a las velas cuadras.

Cruzado el estuario, la senda por el Barca Grande hasta el Guazú hacía mucho más corto el recorrido. Por ello, por tantas barcas grandes que lo surcaron, le cupo el nombre.

Ver también avancesdeltarios, Pág. 56 y comprobaciones, Pág. 59

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Respecto del corredor de flujos del Emilio Mitre, cabe apuntar a sus entornos al Este y al Oeste.

Al tramo inicial de los primeros 10 kilómetros al Oeste le cabe la posibilidad de asistir al saneamiento del Luján por tantos abusos generados en sus riberas; disponiendo de estas áreas para el traslado de las instalaciones deportivas que hoy se amontonan en el atribulado curso.

Al Este de los refulados del Mitre, en esos mismos 10 a 15 kilómetros iniciales, se juegan los destinos de nuestro desarrollo, allí está la “puerta” que funcionando como tal, acabe un día con un “puerto de Buenos Aires” que ya es para llorar.

A las áreas portuarias porteñas les ha tocado en suerte sentir la voracidad de la Corporación Puerto Madero que pudiera estar pateando, inconciente y afortunadamente, la inefable presencia de un nudo de servicios cada vez más insoportable en medio de esta ciudad que no necesita ver Jumbos aterrizando en la 9 de Julio.

Si la realidad concreta de nuestros desarrollos portuarios nos descubre que tanto el Paraná Guazú, como el Paraná de las Palmas son preciosas puertas, providenciales "watergates"; por qué no restarles fragilidad y abrirlas de par en par para que continuen fortaleciendo estos concretos y urgidos desarrollos.
 
Las puertas son por lo menos dos. Una ya está abierta y espera se consoliden criteriosos provechos y resguardos en sus márgenes.

La otra hay que volver a dirigirla a nuestra casa para que, entre otras cosas, sume sus energías al canal Intermedio y a la Gran Hoya donde hoy depositamos, repito,  todos los barros dragados sin saber a dónde van a parar; que no ha de ser lejos.

Siempre, repito, el canal Buenos Aires tuvo salida natural al Sur.

Desde que empezó a florecer Oyarvide por las hidrotermias que acarreaban sedimentos hacia el Norte y hacia el Este, sus flujos se arrimaron al corredor costanero del vecino. Ya no son sólo los del Paraná Bravo, sino hoy también los del Guazú los que se arriman allí.

¿Será que estamos a la espera del mesías de Halcrow o de alguno otro consultor para despertar del letargo?

¿Serán los entes binacionales políticos y de investigación que cuidan el precioso tratado de un río que nunca lo fue?

¿Serán los comités de cuenca que nunca en 9 años presentaron trabajo de hidrología alguno; dedicados a hablar de avestruces, lagartos overos, salicáceas y flora exótica?

Ver la página del CIACLU que prueba que a los maltratos del Luján nadie los mira; y que a los estudios de hidrología urbana y rural nadie se aplica, ni edita, ni comunica; a pesar de ser la función primordial de estos institutos; que aunque no hayan tenido poder de policía, tenían supuesta vocación de estudiar algo concreto en materia hidrológica.

¿Serán los que festejen que el Barca Grande sea reserva íctica y las tierras deltarias patrimonio de la humanidad? 

¿O será el plomero que nos venga a arreglar la ducha que no tiene agua porque se acopló a la del vecino?

Las convecciones internas y los cordones litorales nacieron con el estuario; y sus trastornos, esos que llamo "hidrotermias", están en nuestras costas estuariales desde hace demasiado tiempo; y nunca, ninguno de estos mesías se ocupó de ellas; ni siquiera, de mencionarlas.

No son sus modelos matemáticos los que las han puesto frente a nuestras narices; sino un satélite mucho más luminoso y generoso.

El corredor de flujos centrales estuariales del Guazú y sus amigos, es para nuestra región al Norte de sus salidas, lo que debe ser al Sur; como simpre lo fue.

Si el Guazú se va para el corredor uruguayo, no habrá más remedio que abrir y enderezar el Miní y el Barca Grande; y por ambos, tanto para la navegación como para los flujos, por ellos entrar y salir al mayor de nuestros ríos.

Si la barrera de refulados al Este del Mitre no tiene estos flujos que le hagan de costaneros vitales, todo ese rincón central estuarial al Este, será por las cada vez mayores hidrotermias, contemplación de la incineración de un muerto.

Toda esa región habla de una catástrofe incomparable. Imposible imaginar que alguna otra elite del planeta pudiera estar tan dormida o tan distraída.
 
En esas pampas chatas, el agua es vital; tanto en sus áreas endorreicas como en sus riberas. Y en ambos casos hemos sumado desastres en las miradas de atención a criterios funcionales, legales y técnicos.

En estos flujos del Plata que de joven mis andanzas asistieron, cada día despierto más interesado que ayer. Poco de afuera espero que no venga regalado de mis Musas. Y a Esperanza alimento cada día con tarea; y no sostengo fueros otros que aquellos, que con trabajo afectivo transforman en emblemas, los estigmas que caben a estas miserias.

Francisco Javier de Amorrortu, 8/2/07

Así se fueron sumando hasta hoy 24/7/08, anticipos que con mucha sencillez así grafico.

Recreación de primarios corredores de flujo y creación de áreas cuya novedad aflora con riquísimas utilidades para cubrir imperiosas necesidades que ya asfixian a la gran ciudad.

En estas imágenes hemos intentado con mucha brevedad apuntar al corredor natural de flujos estuariales costaneros urbanos abandonado hace aprox. 60 años; a una recuperación y ajuste de dirección de los flujos del Urión-San Antonio (incluyendo desvío y recuperación del Vinculación) para devolver energía al anterior, para así ir corrigiendo los excesos de las extendidas "hidrotermias"; a la orientación de los flujos del canal del Este y Desaguadero para asistir como corredor de flujos costanero de la banda sedimentada al Oeste del Emilio Mitre; a la recuperación de flujos del Barca Grande y Miní con la finalidad de asistir funciones como corredor de flujos costaneros de los refulados al Este del Emilio Mitre y ser puerta de entrada y salida del Guazú, de grandes navíos a través del Miní y del Barca Grande.

Siendo la estrecha y prolongada área al Oeste del Emilio Mitre, propuesta para fondeadero de embarcaciones menores; y el área mucho mayor de enfrente para atraque de grandes navíos sobre el veril Este del canal Emilio Mitre.

Ambas áreas deberían reconocer perfiles transversales muy suaves en su frente Este, que permitan el acopio de la energía que luego alimentará el proceso de convección interna, que tanto favorece la salida de los cursos de agua de planicie; como la externa transversal que completa los procesos de dispersión y limpieza de las riberas en cuestión.

La gran área de más de 100 kilómetros cuadrados al Este del Emilio Mitre, amén de asistir vuelco de refulados reconoce destinos inimaginables en la costa urbana; ya sea como depósito de basura pretratada en los rellenos de su extremo Sur (5 millones de toneladas anuales), como balnearia en su zona central y aeroportuaria en su zona Norte.

Mil millones de metros cúbicos de rellenos están esperando estos proyectos de gran latitud de ejecución para ser desarrollados a lo largo de 100 años, abriendo perspectivas incomparables a necesidades urbanas básicas cuya formulación en las riberas urbanas resulta inaceptable.

La propuesta está fundada en áreas ya existentes, que apenas sumergidas, invitan a cuidado discernimiento para armoniosa aplicación.

La proyección de los ejes interdistritales facilitan estimación del área de apropiación de responsabilidad.

A cada uno de estas áreas, destinos y procedimientos cabe apuntar oportuna y muy extendida consideración.

La mirada a los flujos es su fuente constitucional. Todo lo demás, más allá de su importancia, frente al cuidado de los flujos, sea siempre materia secundaria.

Quieran estas miradas a los flujos algún día despertar la imaginación frente a los atolladeros del Matanzas-Riachuelo y del Aliviador del Reconquista, que con mecánica de fluídos aislada de mirada a hidroquímica, calor, transferencia de masa y termodinámica, no encuentra luz en su prisión. Mirada prisionera de un catecismo que también afecta a la sedimentología.

Francisco Javier de Amorrortu . 24.7.08;