. índice . Prefacio . Preface . . aguas . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . contamina 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . holocausto 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . . lineas 1 . 2 . 3 . 4 . . hidrotermias 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . nuevas 1 . 2 . 3 . . Reconquista 1 . 2 . . hidrogeo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . esbozos 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . . corredorcentral 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . cordones 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . epiola 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . deriva 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . . archivo 1 . 2 . 3 . 4 . . Halcrow 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . frentehalino 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . emicampanaoculto 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . Costa del Plata 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Costa del oro 1 . 2 . . IRSA 1 . 2 . 3 . 4 . . flujos . . segmentos . . pendientes 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . delta 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . propuesta . 1 . 2 . . correconvectivo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . plataforma 1 . 2 . . termodinamica 1 . 2 . 3 . . ABL 1 . 2 . . congreso . . girh . . Acumar 1 . 2 . 3 . 4 . . evaluacion 1 . 2 . . BocaRiachuelo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . . StoDomingo . . urgenciasatadas 1 . 2 . . inundabaires 1 . 2 . 3 . 4 . . sinsustento 1 . 2 . . emisarios 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . . UAG 1 . 2 . 3 . . áreas nuevas 1 . 2 . 3 . . acreencias 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . audiencia 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . . Valls 1 . 2 . . contrastes 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . . convexterna . . playas 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . . Plan Maestro 1 . 2 . 3 . . Parque Norte . 1 . 2 . . ribera . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . jurisdiccion 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . . CSJNpisamr 1 . 2 . 3 . 4 . . zonas muertas . . Bermejo 1 . 2 . . Pilcomayo . . Samborombon . . Salado . . Uruguay 1 . 2 . . Parana . . Mar del Plata 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . PuntaRasa 1 . 2 . . PuntaMedanos . . Mar Chiquita . . Necochea . . Areco 1 . 2 . . Colonia . . MartinGarcia 1 . 2 . 3 . . Puertos 1 . 2 . . formula1 . . disocio . . senderos . . bajante . . . . oceano 1 . 2 . . hidrolinea 1 . 2 . 3 . . sustentable. 1 . 2 . . agua 1 . 2 . 3 . . antarticflows . . derrame . . luna 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . index . Esta modelación matemática de la calidad del agua del Matanzas-Riachuelo, aparece muy asistida por el informe de Jaime, Menéndez y Natale, investigadores del Instituto Nacional de Agua, responsables del "Balance y dinámica de nutrientes principales en el Río de la Plata Interior"; y a sus méritos en las referencias a nutrientes le suma, en las miradas a los flujos de salida de este tributario estuarial y a sus pérdidas de profundidad, las mismas veladuras y pobreza del anterior.
INFORME INTEGRADOR Modelación Matemática de la Cuenca Matanza Riachuelo para el Estudio de Alternativas de Saneamiento COORDINADOR GENERAL POR LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL FACULTAD REGIONAL AVELLANEDA: Ing. Rubén RODRIGUEZ DIRECTOR TÉCNICO: Dr. Ángel N. MENÉNDEZ EQUIPO DE TRABAJO: Sr. Nicolás BADANO
2 PLANTEO GENERAL DE MODELACIÓN ..................................................3 3 MODELO DEL MATANZA-RIACHUELO....................................................6 4 MODELO DEL RÍO DE LA PLATA..............................................................40 5 ESTRATEGIA DE SANEAMIENTO..............................................................94 6 RESPUESTA DEL MATANZA-RIACHUELO..............................................97 7 RESPUESTA DEL RÍO DE LA PLATA........................................................108 CONCLUSIONES...........................................................................................116 En este hipertexto salteamos la modelación Río de la Plata a la que hemos prestado atención en el hipertexto anterior. Ver emisarios4.html Los textos en bastardilla son de mi autoría. Francisco Javier de Amorrortu La calidad de las aguas de la mayor parte del río Matanza-Riachuelo y de muchos de sus tributarios es altamente deficitaria, llegándose incluso a una situación de anoxia en gran parte de su extensión. Esto surge como el efecto combinado de descargas domésticas de población no integrada a la red cloacal y efluentes industriales con poco o nulo nivel de tratamiento que llegan directa o indirectamente al curso de agua. Además, el vuelco de estas descargas sobre el Río de la Plata influencia negativamente, en forma significativa, la calidad de las aguas de la Franja Costera. A este deterioro también contribuyen las descargas contaminadas provenientes de las otras cuencas que desaguan al Río de la Plata. Por otro lado, como parte del Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo (PISA) se incluyen los proyectos de extensión del emisario subfluvial de Berazategui y de construcción de un nuevo emisario (“Riachuelo”) a la altura de la desembocadura del Aº Sarandí, que constituirán las salidas del sistema cloacal troncal de la Región Metropolitana de Buenos Aires. El estudio de las soluciones para descontaminar la cuenca del Matanza-Riachuelo requiere, entonces, de un análisis integrado de todos los componentes descriptos, de modo de poder evaluar los beneficios y los costos, en términos de calidad, de las alternativas. El objetivo del presente estudio, solicitado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) a la Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Avellaneda (UTN-FRA), es llevar adelante ese análisis integrado en base a la modelación matemática del transporte, dispersión y transformación de las cargas contaminantes en el río Matanza-Riachuelo y la Franja Costera del Río de la Plata. Este Informe Integrador tiene como objetivo integrar los resultados presentados en varios Informes Parciales, donde se desarrollan los detalles aquí obviados. La estructura del Informe es como sigue. El capítulo 2 explica el planteo general que enmarca la modelación propuesta. En el capítulo 3 se describe la implementación y calibración del modelo del Matanza-Riachuelo y se establece su línea de base ambiental actualizada. Lo mismo se lleva a cabo en el capítulo 4 para el Río de la Plata. En el capítulo 5 se plantean objetivos alcanzables a priori con las estrategias de saneamiento propuestas, y se describen brevemente los planes de obras y programas de reconversión. El capítulo 6 presenta y analiza los resultados del modelo del Matanza-Riachuelo para los escenarios de saneamiento. Similarmente, el capítulo 7 lo hace para el Río de la Plata. En el capítulo 8 se desarrollan las conclusiones.
El transporte, dispersión y transformación de las cargas contaminantes en el río Matanza-Riachuelo es perfectamente nulo; tan nulo como sus carencias de flujos. Hacer modelación matemática para determinar que todo tiene que ser sacado de aquí por otros medios es la tarea que jamás se me habría ocurrido encarar. Ya hace 137 años la Legislatura PROHIBIA el funcionamiento de los saladeros, reconociendo que el curso del Riachuelo se había transformado en reino de bacterias anaerobias y con ello dando por sentado que ya entonces estaba muerto. Un curso de aguas muerto hace 222 años es algo bastante más grave que un inodoro tapado. Un inodoro tapado no es un inodoro. Deja de serlo. Un avión sin alas no es un avión. Un río sin flujos no es un río, ni su curso un curso. Fluir por el freático no es cursar su curso. Quilmes tiene 800 bombas (600 descompuestas) para deprimir napas que se retroalimentan en circuito cerrado. Más ciegos, imposible. Un funcionario solicitando modelación matemática de este reino de muerte, o desconoce la antigüedad y sus motivos, o presa de estupor y sin saber qué hacer, trata de ganar tiempo mientras la muerte sigue paso a paso tejiendo con silencio cruel el entretenimiento de los modeladores matemáticos mostrando la imbatible aptitud de sus metodologías. Por ello son hoy objeto de mi atención. Si los modeladores matemáticos ensayan sus modelos en un laboratorio obsoleto para mirar convecciones naturales internas y capas límite térmicas e hidroquímicas, - donde se plantean situaciones elementales de traslación, precipitación sedimentaria y disociación molecular-, es inútil pedirles que firmen el acta de defunción de un curso muerto hace 222 años. Seguirán extrapolando analogías para hacernos creer que aplicar matemáticas a un muerto cambia en algo la cuestión. En el mejor de los casos será un certificado de defunción que nadie termina de creer. Porque aplicar semejante tarea a un muerto no parece conducente a materias y energías vitales. Si bien no lo han dicho con todas las letras; sus conclusiones sobre la incapacidad del Riachuelo para cargar NADA en él, es simple y directa. Eso ya se sabía hace 137 años. Y con un poco de visión se podría haber pronosticado hace dos siglos. Sospecho que Ameghino hace un siglo ya tenía este sentimiento bastante bien instalado. Aún así nadie habla hoy después de 222 años del tapón a sus flujos y de las brutas pérdidas de profundidad en él. Nadie tiene actitudes serias con respecto a estas materias. Ni con matemáticas, ni sin ellas. Ni en el INA, ni en las Universidades, ni en las consultoras nacionales, ni en las internacionales. Pero el tapón está y las pérdidas de profundidad avanzan al galope. Y todo esto permanece en silencio Tal vez sea propio este silencio como el que rodea a cualquier otro muerto. Sin embargo, hace tiempo que sostengo que los muertos somos nosotros por la flaqueza con que dejamos pasar cuestiones tremebundas como esta. El impacto ambiental en un inodoro tapado no permite su uso por nadie; y si las palabras "impacto ambiental" están ligadas a las matemáticas, cabe que usen cualquier otra que atienda las urgencias elementales con criterio elemental. El único criterio que impera en estos dos temas: flujos y pérdida de profundidad, es el silencio. Con modelación matemática un físico en dinámica costera no va a abandonar la página de su catecismo que lo remite a la "ola oblicua". Y el día que descubra su ceguera puede pertenecer a un tiempo que no es el de las urgencias por poner sobre la mesa estas cuestiones vitales: flujos y pérdida de profundidad. Sin importar el cansancio, lo reitero: vital es ayudarlo a recuperar flujos y a entender el por qué de las desmesuradas pérdidas de profundidad. Mortal es hacer el listado de los vertidos criminales. Con la primera el muerto podría resucitar. Con la segunda sólo le hacen la autopsia a nivel intestinal, sin referir a su sistema circulatorio. Por esto repito, si antes de hacer promesas no logran devolver un mínimo soplo de Vida a este difunto, el concurso de cegueras seguirá compitiendo con el centenario reinado de las bacterias anaerobias. Entre los 7 centenares de personas que trabajan en el INA no hay una sola imaginando cómo salían sus aguas al estuario hace 223 años, e intuya la posibilidad de aprender algo sutil de Natura, que por razones religiosas permanece velado. Repito: la mecánica de fluidos extrapola analogías de un catecismo montado sobre una ola. Y tan encerrados han quedado en esa miopía que no atisban a considerar ni el orden de los factores vitales, ni la antigüedad de sus calamidades en términos de flujos y pérdidas de profundidad. Nadie ha tocado el tema de la antigüedad del embancamiento a la salida, siendo muy fácil comprobar que su antigüedad no tiene más de dos siglos. Cómo es entonces que no hacen un diagnóstico de lo acontecido y de aquí miran cómo recomponer el destino de estas aguas, como río. Hoy no lo es, porque sin "reos" no hay río. No hay motivos para andar con elegancias cuando todo apunta a seguir de mal en peor. Hablar de "eco-sistema" aquí y hoy, es lo mismo que hablar de un ecosistema en el infierno. La voz Eco, Oico, memora al Hogar. Y esto no lo es Y aunque logren evitar todos los vertidos que se puedan imaginar dañinos para sus aguas, la fragilidad del cadáver y el desconcierto que provocará su fragilidad serán patéticos. Tan patético como me resulta advertir que se proponen sanear a un "muerto". Repito: inútil limpiar intestinos de un cadáver. Antes, o al tiempo de molestarse en ello, de los flujos virtuales del muerto alguien se tiene que preocupar. Las dos cirugías pueden ir juntas; pero una no puede ser la segunda. Inútil en adición, modelar sobre lo que no se ve. Hay que descubrir la energía que mueve las salidas de los tributarios de las grandes planicies estuariales de cualquier rincón del planeta, para advertir que han estado vuestros maestros de dinámica costera y sedimentología, ciegos, bien ciegos durante cientos de años. Por supuesto, nadie es responsable de ser ciego. Merecen la mayor de las compasiones. Pero no es este el momento de repartir compasiones, sino señalar que estos proyectos de saneamiento están en manos de encantadores ciegos. Si alguien imaginara una forma más elegante de estimularlos, con su autorización a los cuatro vientos lo anunciaré. Francisco Javier de Amorrortu, 27/10/08
2.1 Sistema de estudio Al sistema bajo estudio se lo ha subdividido en una serie de sub-sistemas, a saber (Figura 2.1.1): o La Cuenca del Matanza-Riachuelo (CMR). o La Cuenca del Río Reconquista (CRR), en la que se incluye el tramo del río Luján que la conecta al Río de la Plata. o La “Cuenca de los Arroyos Urbanos” (CAU), que comprende las cuencas de los arroyos que se desarrollan entre la CMR y la CRR (Maldonado, Medrano, etc.). o La “Cuenca de los Arroyos del Sur” (CAS), que incluye las cuencas de los arroyos que se desarrollan entre la CMR y la ciudad de La Plata (Sarandí, Santo Domingo, etc.). o El Río Paraná de las Palmas (RPP). o La Franja Costera del Río de la Plata (FC1), que comprende la zona costera influenciada actualmente por las descargas desde la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA). o La “Segunda Franja Costera del Río de la Plata” (FC2), adyacente a la anterior, hasta el límite del Corredor Palmas, es decir, la zona cuyas aguas tienen origen en lo descargado por el RPP1,2 (salvo las descargas relativamente menores en caudal desde las cuencas de la RMBA). 1. Jaime, P., Menéndez, A.N., Natale, O.E. Balance y Dinámica de Nutrientes Principales en el Río de la Plata Interior, Informe INA 10.4-01, setiembre de 2001 2. Menéndez, A.N., Jaime, P., Natale, O.E., Nutrients Balance in the Río de la Plata River using Mathematical Modelling, 5th International Conference HydroInformatics 2002, Cardiff, UK, July, 2002 La relación entre los sub-sistemas es la siguiente: o Desde CRR, CAU, CMR y CAS hay una descarga neta de agua con un grado de contaminación relativamente alto hacia FC1. (De todos modos, en las desembocaduras de estas cuencas se desarrolla una zona de transición, donde va perdiendo importancia la descarga fluvial y ganando significación la acción de la onda de marea). La pérdida de significación no está dada por una zona de transición, sino por falta de todo tránsito, provocado por el embancamiento a la salida del tributario al que nunca intentaron acercar remedio por la ignorancia completa de cómo funcionan estas salidas tributarias de grandes planicies. El cordón litoral era la zona de transición y se cortó. Este mismo problema referido a las salidas de las canalizaciones obradas por el hombre en Samborombón se los apuntó el Prof. Dr. Gregori Koff a cargo del Laboratorio de Desastres Geológicos de la Academia de Ciencias de Moscú, en términos de "desastre geológico". Aferrados a un catecismo de mecánica de fluídos quedaron sin entender nada. Ni las más crudas imágenes los despabilan. ¡¿Alguien imagina algún sistema natural, otro que una erupción volcánica que compita con esta maravilla que muestra la imagen inferior?!, fruto de la cosmovisión en salidas tributarias de nuestros físicos en dinámica costera y demás caballeros de la orden de la "ola Oblicua" ; sedimentólogos incluídos. ¿Para qué regala Nación 40 millones de dólares anuales en dragar el Salado si luego ellos mismos taponan la salida? Ese dinero de la Nación es infinitamente más urgente en la recuperación del sistema que alimenta el corredor de flujos costaneros de la zona Norte del Gran Buenos Aires en estado catatónico. El Riachuelo no fluye, y por tanto CRR, CAU, CMR y CAS quedan encerradas, sin transición alguna. El área FC1 está mal referenciada. Antes de FC1 está la "deriva litoral" que nunca ha sido considerada por el INA, ni por los consultores de Aysa o Aguas Argentinas. Si no reconocen en esta "deriva litoral" a los procesos convectivos internos que marchan sumados a ella, nunca advertirán los motivos por los cuales el Riachuelo dejó de fluir. Y si reconocen que la descarga fluvial "va perdiendo importancia", ¿por qué no explican sus razones? ¿Acaso no es crucial esta pregunta? ¿Por qué no mencionan ni una sola vez en toda la publicación de esta modelación que el Riachuelo pierde 8 cms de profundidad por año? El hecho que esta modelación apunte a la calidad del agua nunca lograría esquivar el tema de la calidad de flujos. El Riachuelo dejó de fluir en Abril de 1786 el día que se abrió la nueva boca de salida rompiendo la curva del cordón litoral. Tampoco hacen referencia alguna a esta pérdida, siendo que de ella se desprenden todas las calamidades relativas a flujos. o Desde CRR, CAU y CMR hay una exportación de aguas servidas hacia CAS (desde donde se descargan a través del emisario subfluvial de Berazategui). o Desde RPP hay una descarga de agua con un grado de contaminación relativamente bajo hacia FC2. o Desde FC1 hay una exportación de agua con un grado de contaminación relativamente bajo hacia CRR, CAU, CMR, CAS. Desde FC1 sólo ingresan los fríos reflujos por debajo de los caldos. Y por capa límite térmica provocan la bruta deposición sedimentaria antes mencionada, en el lugar menos deseado. De qué sirve entonces decir que hay buenos correlatos entre los trabajos medidos y los estimados cuando refieren a flujos estuariales, si esquivan la imprescindible sustancia a la que cabe aplicar mirada. Que no refiero a variables dentro de un segmento de flujo, sino a todo un segmento que aparece ninguneado; tal el caso de la deriva litoral; o a las capas límite térmica e hidroquímica que regalan disociaciones de flujos y precipitaciones sedimentarias que acaban con cualquiera de las simplificaciones que persiguen estos modelos. Ver fondo3b.html
2.2 Modelos de sub-sistemas En el presente estudio se han implementado dos modelos de calidad de aguas (Figura 2.1.2): o Modelo de la Cuenca del Matanza-Riachuelo (CMR) o Modelo del Río de la Plata Interior. Este último incluye a ambas franjas costeras (FC1 y FC2), pero se extiende en ancho hasta la costa uruguaya y en largo hasta donde comienza el Río de la Plata Exterior, de modo de evitar que las condiciones de borde impuestas sobre contornos matemáticos (abiertos) afecten los resultados en la región de interés. El "hacia" resaltado en el párrafo anterior no quiere decir que tenga mayor significación. Ellos mismos han señalado más adelante que va perdiendo importancia la descarga fluvial. La modelación que han hecho no ofrece soportes en trabajo de campo para referir de la salida e ingreso de reflujos. Y mucho menos discierne en flujos superficiales y profundos; ni en sus temperaturas; ni en sus capas límites hidroquímica y térmica. Si las condiciones de borde impuestas sobre contornos matemáticos (abiertos) afectan los resultados en la región de interés, no quiero pensar cuántos beneficios tiene cerrar los ojos frente a las disociaciones moleculares que cargan los flujos estuariales y tributarios entre sí y dentro de ellos mismos. Por ello el modelo CMR y los datos medidos que acreditan las áreas CRR, CAU, CAS y RPP, también cargan con el silencio que ellos imponen a situaciones que los volverían locos si las pretendieran modelar. Por ello se han dado a muestreos en áreas nunca más cercanas a los 500 mts., siendo que ya acusan grandes alteraciones con respecto a las más alejadas La deriva litoral, cuando el corredor natural de flujos costaneros está vivo, no supera los 150 a 180 mts de ancho. Por ella empieza la historia. Ella es la que saca las aguas tributarias afuera y también la primera en recibir sus miserias. Y no es la mecánica de fluídos la herramienta para tratar con ella. Y la más alta resolución de información de los correntómetros aplicados a su seguimiento, tampoco parecen disponibles. Apuntar a estos temas implica hoy disponerse a trabajar en soledad; enriqueciendo conceptos y acopiando imágenes que un día les adviertan.
3 MODELO DEL MATANZA-RIACHUELO 3.1 Planteo del modelo Además del curso completo del Matanza-Riachuelo, se representaron los siguientes tributarios (Figura 3.1.1): o Aº Cañuelas Los cursos de agua de la Cuenca del Matanza-Riachuelo (CMR) reciben aportes desde diversas fuentes, tanto en forma puntual como distribuida, con diversos grados decontaminación (Figura 3.1.2). Las fuentes pueden agruparse como sigue (Figura 3.1.3): o Domésticas (FD): Se trata de las aguas residuales de origen doméstico que no se incorporan a la red cloacal de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos), y que llegan a los cursos de agua como flujo superficial o subterráneo. o Industriales (FI): Idem a la anterior, pero para las aguas residuales de origen industrial. o Plantas de Tratamiento (PT): Son los vertidos provenientes de las plantas de tratamiento de aguas residuales presentes en la cuenca. o Lavado (FL): Representa los aportes resultantes del lavado de las áreas urbanas (y, eventualmente, rurales) provocados por las precipitaciones, y que llegan a los cursos de agua en forma distribuida. o Sedimentos de Fondo (SF): Se trata de los aportes de contaminantes provenientes desde los sedimentos depositados en el fondo, cerca de la desembocadura del río Matanza-Riachuelo. La estimación de los caudales y cargas másicas de contaminantes asociados a cada fuente, y su distribución espacial, no es un proceso directo, salvo para las PT. Las metodologías de evaluación se explican más abajo. Figura 3.1.1. Cursos de agua de la CMR representados en el modelo. Figura 3.1.2. Aportes distribuidos a los cursos de la CMR. Figura 3.1.3. Fuentes de agua y contaminantes a los cursos de la CMR. Dada la ausencia de estadísticas hidrológicas confiables y la escasez de datos hidrométricos, en esta primera fase de los estudios no se modeló la dinámica hidrológica de los cursos de agua, sino que se consideraron una serie de condiciones representativas.. En cambio, sí se tuvo en cuenta la dinámica de las mareas, capaz de provocar dilución en una extensa zona sobre el tramo inferior del Matanza-Riachuelo. ¡¿Dilución o precipitación?! vean la Vuelta de Rocha Por otro lado, dado el alto grado de contaminación del Matanza-Riachuelo, en esta fase de los estudios se ha trabajado sólo con los dos parámetros básicos de calidad, la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) y el oxígeno disuelto (OD).
3.2 Hidrodinámica 3.2.1 Estadística de caudales Para caracterizar el estado hidrológico del río se utilizó una base de datos de 11 años de caudales diarios del Matanza en la sección de la Autopista Ricchieri para el período 1962-1972, con algunos baches, informada en el PGA3. En esa zona los efectos de la marea eran despreciables para el período de medición (la penetración de los efectos de la marea se hizo mayor luego de la construcción de la rectificación). En la Figura 3.2.1 se muestra la serie completa de registros. Por su parte, la Figura 3.2.2 presenta los caudales medios mensuales sobre todo el período; se observa que los valores máximos se producen entre agosto y octubre, mientras que los mínimos se dan entre noviembre y marzo, con la excepción de diciembre. El caudal medio que surge de las mediciones es de 4,5 m3/s. Figura 3.2.1. Serie temporal de caudales registrados en la Autopista Ricchieri en el período 1962-1972. 3 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, “Plan de Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo”, Anexo Técnico A – Modelos Matemáticos, 1995 Figura 3.2.2. Caudales medios mensuales en la Autopista Ricchieri, de acuerdo a los registros. La Figura 3.2.3 muestra la frecuencia de ocurrencia acumulada de caudales diarios en la Autopista Ricchieri, de acuerdo a los registros. Se observa que el caudal es menor a 0,8 m3/s el 50% del tiempo, a 4,1 m3/s el 80%, y a 12,3 m3/s el 90%. Ahora bien, es plausible suponer que en el período de medición la zona de aporte hídrico a la sección del río en la Autopista Ricchieri era básicamente rural. En consecuencia, para estimar la curva de frecuencia acumulada actual en la Autopista Ricchieri, a este caudal ‘hidrológico’ ó ‘de lavado’ se le ha sumado, como un caudal de base, el aporte actual de origen antrópico del Tramo Superior, de 1,2 m3/s (ver más abajo). De esta manera surge la distribución mostrada en la Figura 3.2.4. Con esta actualización, el caudal es menor a 2 m3/s el 50% del tiempo, a 5,3 m3/s el 80%, y a 13,5 m3/s el 90%. Para obtener una curva similar (para el caudal medio diario, es decir, sin el efecto de la marea) en la desembocadura del Riachuelo, se tuvo en cuenta que el caudal hidrológico se incrementa en un 30% desde el final del Tramo Superior al final del Inferior (ver próxima sección), mientras que el aporte antrópico pasa de 1,2 a 6,2 m3/s (ver más abajo). Entonces, se aplicó un factor 1,3 a la serie registrada de caudales, y se le sumó como caudal de base ese aporte antrópico, resultando la curva de la Figura 3.2.5. De ella surge que el caudal es menor a 7,2 m3/s el 50% del tiempo, a 11,5 m3/s el 80%, y a 21,8 m3/s el 90%. Figura 3.2.3. Frecuencia de ocurrencia acumulada de caudales diarios en la Autopista Ricchieri, de acuerdo a los registros. Figura 3.2.4. Frecuencia de ocurrencia acumulada de caudales diarios en la Autopista Ricchieri, para la situación actual. Figura 3.2.5. Frecuencia de ocurrencia acumulada de caudales diarios en la desemboc dura del Riachuelo, para la situación actual. En función de la estadística construida, se definieron las siguientes condiciones de referencia: o Caudal Alto: 25 m3/s; se ve superada aproximadamente el 10% del tiempo. o Caudal Medio: 8,0 m3/s; se ve superada aproximadamente el 50% del tiempo. o Caudal Mínimo: 6,2 m3/s; se ve superada aproximadamente el 90% del tiempo; sólo transporta el caudal de origen antrópico (ver más abajo). Entre los tres caudales se representa el rango de situaciones estadísticamente más significativas. Recordemos que es todo estimado, sin el efecto de las mareas y sin modelar la dinámica hidrológica de los cursos de agua, sino que se consideraron una serie de condiciones representativas. Por esto es elemental reiterar que desde la mirada "a los flujos y a las deposiciones", este es el trabajo más pobre que nadie podría imaginar en tan luminosos horizontes de ilusión colectiva.
3.2.2 Caudal de lavado Para distribuir el caudal hidrológico a través de la cuenca, se efectuó la hipótesis de que éste es proporcional al área de la subcuenca. La división en subcuencas de análisis se muestra en la Figura 3.2.6, donde también se indican los cauces representados en el modelo. Los valores de caudal de lavado resultantes por subcuenca, para caudal Alto, Medio y Mínimo, se presentan en la Tabla 3.2.1. Se observa que el rendimiento de la cuenca es de aproximadamente 1 litro/seg/km2. Figura 3.2.6. Subcuencas de análisis para distribuir el caudal hidrológico. Tabla 3.2.1. Caudales de lavado por subcuencas de análisis. Para las subcuencas en las cuales se ha representado en el modelo el curso de agua principal, el caudal de lavado se ingresa de dos maneras: en forma concentrada en la cabecera lo correspondiente a la subcuenca que aporta a ese punto, y en forma distribuida a lo largo del curso de agua el resto. Por otro lado, en aquellas en que no hay curso de agua representado, el caudal se especifica en forma distribuida sobre el tramo del Matanza- Riachuelo al que tributa esa subcuenca (Figura 3.2.7). . . . . . . Figura 3.2.7. Ingreso de caudal de lavado.
3.2.3 Mareas Se utilizó como forzante el registro histórico de todo el mes de febrero de 1997.
3.3 Fuentes domésticas La estimación de la producción de agua y carga orgánica (medida en términos de la DBO) por parte de la población no servida de la CMR (fuente FD) se efectuó a partir de los datos censales del INDEC, mediante una metodología para cargas difusas. Se utilizaron los datos del censo de 2001. Se supuso un factor de emisión de agua de 500 litros/persona/día (valor manejado por AySA) y de DBO de 50 gramos/persona/día (valor obtenido de reducir criteriosamente los 62,5 gramos/persona/día estimados empíricamente para una población danesa y utilizados en el PGA4, teniendo en cuenta que en el presente caso se trata de población con edad media mucho menor). Los caudales y cargas másicas vertidos efectivamente a los cursos de agua son menores que los producidos debido a las pérdidas y atenuaciones sufridas en el camino. Estas se estimaron en base al modelo esquematizado en la Figura 3.3.1, que es una adaptación del adoptado en el PGA. Figura 3.3.1. Modelo de pérdida y atenuación de caudales y carga másica desde fuentes domésticas. Los casilleros pintados de verde representan los vertidos a los cursos de agua. Los cálculos de caudales y cargas másicas vertidos se efectuaron por Partido (y para la CABA), dado que ese es el nivel de agregación de la información censal. En la Tabla 3.3.1 se indican los caudales y cargas másicas producidos y vertidos por Partido, ya actualizados al 2008 de acuerdo a la proyección de crecimiento poblacional del INDEC (suponiendo que se han mantenido las proporciones de población servida). Los aportes vertidos se presentan en forma relativa en la Figura 3.3.2. Se observa que entre La Matanza y Lomas de Zamora se explica casi el 60% de la carga. Además, se nota que la distribución relativa de caudal líquido y carga de DBO por partido son muy similares entre sí. 4 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, “Plan de Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo”, Anexo Técnico A – Modelos Matemáticos, 1995
Los vertidos se implementaron en el modelo como aportes puntuales distribuidos a lo largo del tramo del curso de agua que atraviesa el Partido, tal como se muestra en la Figura 3.3.3 (varias de esas ubicaciones coinciden con conductos identificados desde los cuales hay vertidos de aguas servidas5). La distribución del caudal y carga másica de cada Partido entre sus diversos puntos de vertido se construyó analizando las zonas servidas por AySA, de modo de asignar menor intensidad a las adyacentes a áreas con mayor cobertura. Tabla 3.3.1. Descargas de aguas residuales domésticas desde zonas sin sistema centralizado cloacal. 5 Bovo, J.L., Lobos, J., “Aguas Argentinas S.A. Relevamiento de Descargas en el Cauce del Río Matanza- Riachuelo”, Informe INA-LHA 156-01-97, abril de 1997.
b) Carga de DBO Figura 3.3.2. Aporte relativo de aguas residuales domésticas desde los distintos partidos. Figura 3.3.3. Ubicación de descargas de origen doméstico en el modelo de la CMR.
3.4 Fuentes industriales Para estimar los aportes de aguas residuales provenientes de las industrias que descargan a los cursos de agua de la cuenca del Matanza-Riachuelo sin pasar por el sistema cloacal (fuente FI), se contó con dos fuentes de información: o La base de datos de industrias de la cuenca construida por la SAyDS a partir de declaraciones juradas, cuyas emisiones de caudal líquido y carga másica orgánica fueron estimadas en base a los datos de producción. Se trata de 533 industrias. o La base de datos MatRia6, que contiene un listado de 3527 industrias ubicadas en la cuenca en base a un censo expeditivo. La base SAyDS no está completa, ya que una gran cantidad de industrias no presentaron declaración jurada. Se tomaron las no conectadas a la red de AySA, que alcanzan 414. De ese total, 29 industrias explican el 95% de la producción de carga orgánica; a este conjunto se lo denomina “lista corta de industrias de la base SAyDS”. Debido a la metodología de construcción utilizada (“Rapid Assessment”), en estas evaluaciones ya está considerado que parte de la carga es tratada, aunque con deficiencias. 6 Instituto Nacional del Agua. “Evaluación de la Calidad Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo”, Informe para el Comité Ejecutor de la Cuenca Matanza-Riachuelo, 2005.
Es útil subidivir el Matanza-Riachuelo en un Tramo Superior, que se extiende hasta el comienzo de la rectificación del Matanza (incluyendo entonces la cuenca alta y parte de la media), y otro Inferior (que incluye parte de la cuenca media y toda la baja), de modo de poder discriminar los efectos de las acciones de saneamiento planificadas (ver más abajo). Entonces, de las 29 industrias de la lista corta de la base SAyDS, 23 caen en el Tramo Inferior y 6 en el Tramo Superior La base MatRia se utiliza para completar los aportes industriales no registrados en la base SAyDS. A la base MatRia se le realizó una depuración a partir de un listado de las industrias que están conectadas a la red cloacal (provisto por AySA), arribándose a un total de 1885 industrias (de las 3527 originales) que fueron consideradas en primera instancia como descargas directas a los cursos de agua. Un cruce posterior con la base de datos SAyDS permitió reducir esa cantidad a 1602 industrias. Ahora bien, como no se contó con datos de emisión ni de volúmenes de producción para estas industrias, se estimaron factores de emisión por tipo de industria para el caudal y la carga orgánica (es decir, se aplicó una metodología de estimación de cargas difusas). Se utilizó información generada por el INA7, basada en bibliografía y en datos presentados por aproximadamente 800 industrias en declaraciones juradas a las autoridades nacionales y provinciales de control de vertidos, con los cuales se obtuvieron valores medios. Se trabajó con cinco tipos de industrias (ver Primer y Segundo Informes): o Tipo 1: Metalurgia, galvanoplastía, fundiciones, autopartes. o Tipo 2: Bebidas, alimentos no cárnicos, carnes y derivados, criaderos avícolas. o Tipo 3: Textil, calzado, cueros, pieles o Tipo 4: Química, plásticos, farmacéutica, goma y caucho, papeleras, estaciones de servicio. o Tipo 5: Otras actividades. En la Tabla 3.4.1 se muestran los factores de emisión resultantes por industria para cada tipo. La metodología provee los valores correspondientes al efluente crudo. En el caso de ser sometido a tratamiento, se supone una reducción del 10% en el volumen de agua y una concentración de 200 mg/l a la salida, tal como también se indica en la Tabla 3.4.1. Tabla 3.4.1. Valores medios de factores de emisión por industria, para distintos tipos, sobre la cuenca del Matanza-Riachuelo. 7 INA, “Evaluación de Vertidos Industriales en la Cuenca del Río Matanza – Riachuelo”, 1998.
Con vistas a generar estrategias de gestión para el saneamiento (ver más abajo), se efectuó una interpretación de esta carga difusa utilizando los datos de descargas disponibles en la base MatRia, considerados de menor certidumbre que los incluidos en la base SAyDS. Se identificaron, así, 22 industrias que explican el 95% de la carga total producida; a este conjunto se lo denomina “lista corta de la base MatRia”. De ellas, 16 caen en el Tramo Inferior y 6 en el Superior. Ahora bien, quitando las industrias de la lista corta de la MatRia, los factores de emisión calculados resultan excesivos para representar las industrias remanentes, ya que estas son de menor envergadura que el promedio. El ajuste hacia abajo de los valores de los coeficientes de emisión fue efectuado durante la calibración, es decir, estos factores fueron utilizados como parámetros de calibración para explicar la distribución longitudinal de DBO y OD a lo largo de los cursos de agua (ver más abajo). Los valores adoptados se indican en la Tabla 3.4.2. Tabla 3.4.2. Valores calibrados de factores de emisión por industria, para distintos tipos. Se efectuó un análisis geográfico, relacionando la ubicación de las descargas de las industrias con las redes pluvial y fluvial y con un relevamiento detallado de descargas directas al Matanza-Riachuelo efectuado por el INA8. De este análisis surgió un agrupamiento de las industrias en 41 zonas, cada una de los cuales descarga a un punto sobre un curso de agua, tal como se indica en la Figura 3.4.1. La Figura 3.4.2 muestra en qué zonas caen las 29 industrias de la lista corta de la base SAyDS y las 22 de la lista corta de la base MatRia. Como en el caso de las fuentes domésticas, se generan pérdidas y atenuaciones de los caudales y cargas másicas producidos en el camino hacia los cursos de agua !!!. Y una vez en el curso que no cursa, todo al freático. La Figura 3.4.3 muestra una esquematización del modelo utilizado para estimarlas. En la Tabla 3.4.4 se indican los caudales y cargas producidos y vertidos en función del curso receptor (ver Figura 3.1.1), incluyendo industrias de las listas cortas y difusas, de acuerdo a lo que surge luego de la calibración. La partición relativa de lo vertido se muestra en la Figura 3.4.4. Se observa que el Riachuelo recibe alrededor del 40% de la carga; además, los arroyos Aguirre y Chacón colectan cantidades relativamente significativas (16% y 12%, respectivamente). 8 INA, “Aguas Argentinas S.A. - Relevamiento de Descargas en el Cauce del Río Matanza-Riachuelo”, Informe LHA 156-01-97, Abril de 1997. Figura 3.4.1. Zonificación industrial y ubicación de las descargas correspondientes en el modelo de la CMR. Figura 3.4.2. Ubicación de las industrias de la lista corta. Figura 3.4.3. Modelo de pérdida y atenuación de caudales y carga másica desde fuentes industriales. Los casilleros pintados de verde representan los vertidos a los cursos de agua. a) Caudal líquido b) Carga de DBO Figura 3.4.4. Aporte relativo de aguas residuales industriales a los distintos cursos de agua. Tabla 3.4.4. Descargas de aguas residuales industriales.
3.5 Aportes puntuales En principio, las plantas de tratamiento constituyen los aportes puntuales más importantes. Las plantas de tratamiento presentes en la cuenca son las siguientes (Figura 3.5.1): o Planta Sudoeste: De acuerdo a información provista de AySA, opera con un caudal de 2 m3/s y con el efluente a 30 mg/l de DBO. o Planta El Jagüel: De acuerdo a AySA, su caudal es de 0,1 m3/s. Dado que su funcionamiento ha sido anómalo hasta el presente, se consideró que el efluente se descarga crudo, con una DBO de 250 mg/l. De todos modos, luego de un análisis que incluyó una visita a la zona, se ha considerado que el 90% de todo lo vertido!!! queda retenido en la Laguna de Rocha (donde infiltra y evapora) y no llega al curso del Río Matanza, es decir, el caudal efectivamente aportado al Matanza es de sólo 10 l/s. o Planta Cañuelas: Teniendo en cuenta que el total de la población con servicio cloacal del partido de Cañuelas está conectada a la planta, se estimó un caudal de 0,1 m3/s. Se la ha considerado como no operativa, es decir, se tomó una DBO de 250 mg/l. o Planta González Catán: Efectúa el tratamiento de los efluentes del relleno sanitario de González Catán, que comenzó a funcionar en diciembre de 1998. De acuerdo a información provista por el CEAMSE, opera con un caudal de 250 m3/d (es decir, del orden de 3 l/s), estimándose la DBO a la salida en 50 mg/l. Para todas se supuso un valor de OD a la salida de 2 mg/l. No se tuvo en cuenta como fuente puntual el espiche de la Segunda Cloaca Máxima, ya que, de acuerdo a información suministrada por AySA, descargaría sólo luego de eventos de lluvias intensas!!!. El Aº Cildañez (Figura 3.5.1) también fue considerado como un aporte puntual, ya que transporta agua y contaminantes originados en la cuenca del Aº Maldonado, es decir, externos a la CMR. Se dispone de mediciones de este aporte efectuadas en 2004, de las que surgen un caudal de 1,8 m3/s y una DBO de 28 mg/l (también se asignó OD = 2 mg/l).
3.6 Fuentes de lavado La carga orgánica resultante del lavado fue asignada al caudal de lavado. Se especificaron valores de DBO de acuerdo al grado de desarrollo urbano: o Para las subcuencas altamente urbanizadas (Riachuelo y Matanza-Rectificado) se tomó 11 mg/l, que es un valor típico para un desagüe pluvial en una tal zona, de acuerdo al PGA. o Para las subcuencas medianamente urbanizadas (Matanza-Intermedio-Bajo, Ortega) se lo disminuyó a 5 mg/l. o Para las subcuencas esencialmente rurales (Matanza-Intermedio-Alto, Matanza- Superior, Morales, Cañuelas, Aguirre, Chacón) se lo fijó en 1 mg/. Para todos ellos se consideró un valor de OD = 8 mg/l. Figura 3.5.1. Ubicación de las descargas puntuales.
3.7 Sedimentos de fondo Los sedimentos de fondo cercanos a la desembocadura del Riachuelo, donde ha tenido lugar la deposición, presentan un relativamente!!! alto grado de contaminación. En la actualidad se los puede considerar en una situación de relativo equilibrio!!! con el cuerpo de agua, también altamente contaminado, es decir, no constituye?!?! una fuente activa de significación. De todos modos, permanecen como una fuente potencial de aporte a activarse al implementarse medidas de saneamiento que disminuyan la carga contaminante en la columna de agua. Se trataría, entonces, de un fenómeno transitorio?!?!, cuya intensidad y duración sería posible eventualmente estimar. La deposición en la Boca de 8 cms anuales transitorio?!?! Por qué no dicen "eterno", si no aciertan a descubrir el problema de las deposiciones.
3.8 Validación del modelo hidrodinámico ¡¡¡sin modelar la dinámica hidrológica de los cursos de agua!!! Para validar el modelo hidrodinámico sólo se dispuso de registros de niveles hidrométricos en tres estaciones. En particular, se contó con datos para el año 1967 en las estaciones Candelaria (Aº Morales) y Máximo Paz (río Matanza) y para el año 1986 en la estación Ezeiza (Matanza)9. La ubicación de estas estaciones se indica en la Figura 3.8.1. Se seleccionaron los menores niveles registrados como representativos de condiciones de estiaje. En la Figura 3.8.2 se muestra la comparación de esos niveles medidos (que muestran una variación de alrededor de ±5 cm) con los que surgen del modelo hidrodinámico para el caudal Medio. Se observa un acuerdo satisfactorio con la situación de mínima (correspondiente a marea bajante, en el caso del Tramo Inferior del Matanza-Riachuelo). La tendencia de los valores medidos a caer algo por debajo de los calculados puede explicarse teniendo en cuenta que la simulación corresponde a una situación relativamente reciente, en la que existe un caudal de base como fruto de la mayor importación de agua hacia el sistema en relación a la década del 60. Figura 3.8.1. Ubicación de estaciones de comparación de niveles. 9 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, “Plan de Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo”, Anexo Técnico A – Modelos Matemáticos, 1995 a) Matanza-Riachuelo b) Aº Morales Figura 3.8.2. Comparación entre niveles de estiaje medidos y calculados con el modelo.
3.9 Calibración del modelo de calidad Para calibrar el modelo de calidad se utilizaron datos de mediciones de DBO y OD sobre el curso del Matanza-Riachuelo efectuadas por el INA durante 1999 y 200410, y se las complementó con mediciones efectuadas por Aguas Argentinas durante 1994-99 en Puente Avellaneda. En la Figura 3.9.1 se indica la ubicación de las estaciones de medición. Se efectuó un análisis para descartar aquellos valores informados considerados inconsistentes (por ejemplo, valores muy altos de OD medidos en laboratorio respecto del valor en campo). Se tomó el intervalo entre los valores mínimo y máximo medidos como representativo del rango de incertidumbre. Figura 3.9.1. Ubicación de las estaciones de medición. 10 Instituto Nacional del Agua. “Evaluación de la Calidad Ambiental de la Cuenca M tanza-Riachuelo”, Informe para el Comité Ejecutor de la Cuenca Matanza-Riachuelo, 2005.
En la Figura 3.9.2 se muestran las distribuciones (medias temporales) de DBO y el OD a lolargo del Matanza-Riachuelo para los tres caudales (Mínimo, Medio y Alto) de acuerdo al modelo, junto con los valores medidos. Se observa que mientras con el caudal Mínimo se logra representar aproximadamente la envolvente de valores medidos máximos de DBO y mínimos de OD, lo inverso sucede con el caudal Alto. Esto se considera un nivel de acuerdo muy satisfactorio. En el caso del OD, la penetración de la onda de marea produce un incremento adicional de concentración en la desembocadura, tal como indican las mediciones, lo cual se observa en la Figura 3.9.3, donde se incluyen los resultados del modelo para Pleamar.
La Figura 3.9.4 presenta la comparación entre modelo y mediciones sobre los tributarios, donde estas últimas existen. Se observa una buena consistencia entre ambas. a) DBO b) OD Figura 3.9.2. Comparación entre valores de DBO y OD medidos (barras verticales) y distribuciones calculadas con el modelo a lo largo del Matanza-Riachuelo. Figura 3.9.3. Comparación entre valores de OD medidos y distribuciones medias y de pleamar calculadas con el modelo a lo largo del Matanza-Riachuelo. a) DBO Figura 3.9.4. Comparación entre valores medios y extremos de DBO y OD medidos (Med.) y calculados en los tributarios del Matanza-Riachuelo.
3.10 Línea de base En las Tablas 3.10.1 a 3.10.3 se sintetizan las cargas aportadas a los cursos de agua para la situación actual (2008), de acuerdo a lo que surge luego de la calibración del modelo, para el Tramo Superior, el Tramo Inferior y el total, respectivamente. En las Figuras 3.10.1 a 3.10.3 se indican lo que representan como aporte relativo los vertidos desde las fuentes puntuales, industriales y domésticas, para el Tramo Superior, el Tramo Inferior y el total, respectivamente. Se observa que, con respecto al vertido de caudales líquidos, en el Tramo Superior predomina fuertemente el de origen doméstico (casi 70%), mientras que en el Tramo Inferior la fuente dominante son los puntuales (alrededor del 75%); estas últimas siguen dominando en el total (aproximadamente 65%). En cambio, en relación a la carga de DBO, en ambos tramos hay un fuerte predominio de la fuente industrial (en torno al 75%). Tabla 3.10.1. Cargas aportadas al Matanza-Riachuelo en la situación actual (2008) en el Tramo Superior. Tabla 3.10.2. Cargas aportadas al Matanza-Riachuelo en la situación actual (2008) en el Tramo Inferior. Tabla 3.10.3. Cargas aportadas al Matanza-Riachuelo en la situación actual (2008) en todo el Matanza-Riachuelo. a) Caudal líquido b) Carga de DBO Figura 3.10.1. Aporte relativo de aguas residuales de distintas fuentes en el Tramo Superior. a) Caudal líquido Figura 3.10.2. Aporte relativo de aguas residuales de distintas fuentes en el Tramo Inferior. a) Caudal líquido
Figura 3.10.3. Aporte relativo de aguas residuales de distintas fuentes para todo el Matanza-Riachuelo. Por otro lado, comparando el subtotal de las tres fuentes recién analizadas (puntuales, industriales y domésticas) con el aporte de la fuente de lavado, surgen los porcentajes indicados en la Tabla 3.10.4 para el caudal y la carga de DBO. Se observa que el lavado representa porcentajes de caudal desde medios (en torno al 50%) a altos (mayor al 90%) en el Tramo Superior, pasando al rango bajos (menor al 10%) a medios (en torno al 50%) en el Tramo Inferior. En cuanto a la carga de DBO, el aporte del lavado va de muy bajo (menor al 1%) a bajo (menor al 10%). Tabla 3.10.4. Aporte de carga de lavado relativo al resto de las fuentes (puntuales, industriales y domésticas). La Figura 3.10.1 repite las distribuciones de OD a lo largo del Matanza-Riachuelo para los tres caudales de ensayo, ya mostradas en la calibración. Se observa que, bajo la situación de carga actual, el río se encuentra en estado de anoxia en la mayor parte de su recorrido para las situaciones normales de caudal. Hace 137 años ya se sabía. En particular, todo el Tramo Inferior (25 km) se halla en esa situación al menos para caudales de Medio a Mínimo. El Tramo Superior comienza a complicar su estado de calidad desde la desembocadura del Aº Cañuelas. En la Figura 3.10.2 se ilustra esta situación sobre la cuenca completa, incluyendo los tributarios del Matanza-Riachuelo modelados; se estima que, la situación fluctúa, básicamente, entre estos tres estados. Figura 3.10.1. Distribución de OD a lo largo del Matanza-Riachuelo para la situación actual (2008) a) Caudal Mínimo Figura 3.10.2. Zonificación de zona anóxica sobre la cuenca del Matanza-Riachuelo para la situación actual (2008).
4.3 Canales de navegación Acercamos este capítulo sólo por el gráfico de profundidades que ilustra el taponamiento de salida del Riachuelo y para dejar abierta la posibilidad de hacer una breve reflexión sobre la paupérrima capacidad de hospedaje de embarcaciones en este pequeño curso de agua, si fuéramos a la búsqueda de su salida natural. Los canales de navegación del Río de la Plata (Emilio Mitre, de Acceso al Puerto de Buenos Aires, Norte y Sur), cuya profundidad es de alrededor de 32 pies (aproximadamente 10 metros) al Plano de Referencia, fueron introducidos en el modelo asignando esa profundidad a los nodos de la grilla que caen dentro del ancho del canal, pero sólo en las zonas de textura cuya paso de malla es del orden de ese ancho (texturas D y E). En la Figura 4.4.1 se muestra cómo queda incorporado el canal de navegación en el modelo digital del fondo basado en la grilla de discretización. No hacen referencia alguna a los volúmenes de barros dragados y volcados anualmente al Sur del Km 26 de acceso al Puerto de Buenos Aires en áreas bien cercanas adonde pretenden ahora enviar las salidas de los emisarios.
4.4 Aportes costeros La ubicación de los aportes costeros significativos, todos representados en el modelo, se muestran en la Figura 4.5.1. Figura 4.4.1. Batimetría con el canal de navegación incorporado. La misma imagen anterior resaltando, por un lado, el embancamiento frente a la salida del difunto Riachuelo, hacia el Este. Y por el otro, hacia el SE de la Boca, las aún menores profundidades debidas a los transportes hacia el NO por deriva litoral de todos los vertidos que se hacen desde el borde estuarial del Dock Sur que allí se depositan, floculando todo tipo de cargas sedimentarias y generando formidables coalescencias que quedan amuradas a las riberas. Un lugar ideal para darse un baño con los responsables de las empresas que allí juegan con los destinos de estas riberas. Es desde esta zona que se inauguran las "hidrotermias". Así he bautizado a las derivas litorales excedidas de "peso" que hacen su viaje al Noroeste sosteniendo hipersincronicidad mareal. Lo curioso es que nadie las menciona. ¡El INA se acuerda de considerar las condiciones de borde impuestas sobre contornos matemáticos (abiertos) que afectan los resultados en la región de interés!: ¿por qué no se acordará de estas derivas?; tendrán miedo, repito, de volverse locos? Ya veremos en el punto 4.6 intentando validar la modelación con la única tarea de campo referida a flujos que incluye alguna modesta variable y que viene publicada en este trabajo graficando flujos mareales en cercanías de la toma de agua de Bernal. Allí, la referencia a una capa límite hidrodinámica condicionada por un suave viento de 15 Km/h del SO pareciera estar sugiriendo el nivel de precisiones de este trabajo; cuando de hecho se comen crudas todas las capas límite hidroquímica y térmica que harían estragos en cualquier trabajo de investigación y por ello ni las mencionan. En el gráfico 4.6.7 el ángulo de deriva de la boya muestra una diferencia de aprox 15° desplazados por el viento de tierra los registros superiores respecto de los flujos a 3 m de profundidad que marchan bien paralelos a la línea de ribera. Una constatación tan elemental que sorprende no se apliquen a mirar cuestiones bastante más importantes y mucho más trascendentes y complejas. La única graficación de flujos, repito, que responde a trabajo de campo con acople de una pequeña variable es esta que muestra los 6,5 Kms recorridos en tan sólo 3,5 horas y en dirección de aprox 53° respecto del Norte en los flujos profundos que mejor cuentan la acción de los reflujos. Si esa marea en creciente se manifiesta importante con viento de tierra en áreas de poca profundidad, imaginemos entonces lo que sería ésta con un sudeste. ¿Por qué entonces no nos hablan de estas perspectivas cuando esos emisarios entren en acción? ¿Por qué no se dan a modelar las cabalgaduras que en las extendidas derivas litorales alimentadas por permanentes pérdidas de profundidad, encontrarán esas miserias vertidas para viajar hasta el corazón de las riberas urbanas? Estas son las cuestiones sustanciales, que junto con el estudio de las concretas deposiciones, reinan por ausencia total. En cinco años de volcar dragados al Sur del Km 26, ni Hidrovía S.A, ni sus superconsultores sinceraron con trabajos de batimetría apropiados a localizar los lugares donde esos vuelcos se depositarían. Estas actitudes algo más que preanuncian los agujeros negros en el alma de esta modelación. Sin necesidad de sumar ni restar, he seguido y capturado imágenes secuenciadas de las plumas de estos vertidos mostrando cómo, después de viajar 14,6 Km por convección interna, terminan convectando externamente precisamente frente a las tomas de agua de Palermo para meterse dentro de ellas. Ver estas imágenes. 1, 2, 3, 4 .
Oxígeno Disuelto d) OD
Cromo g) cromo
4.5 Concentraciones de fondo Las concentraciones de fondo son las existentes en ausencia de los vertidos desde las cuencas metropolitanas (desde CR hasta CAS), es decir, las provenientes de contaminación originada en el río Paraná de las Palmas. Si bien ellas son bajas para la mayoría de los parámetros, fue necesario tener en cuenta las asociadas al Plomo (Pb) y al Cromo (Cr), ya que se detectan valores relevantes. Específicamente, se asignaron valores de concentración de Pb y Cr a la descarga desde el río Paraná de las Palmas de modo de representar satisfactoriamente los valores medidos. Estos fueron los siguientes:
Sigue siendo Berazategui el gran dedo acusador; y allí, por pesar tantos antecedentes ninguneados, allí insistiremos en multiplicar alertas al discurso de que el río tiene gran receptividad. Insistiremos en la urgencia por estimar "deposiciones" y mirar con herramientas apropiadas las capas límites hidroquímicas y térmicas haciendo estragos con estas simplificaciones que reclaman las modelaciones. Veamos cómo, al hablar de "segmentos de flujos", (verticales, transversales y longitudinales) nos regalan un par de muy valiosas y ajustadas confesiones: Del Balance y dinámica de nutrientes principales del río de la Plata interior, de los investigadores del INA Patricia Jaime y Angel Menéndez: la estimación teórica de los coeficientes de dispersión longitudinal se basa en dos hipótesis: "La distribución de concentración de equilibrio establecida perpendicular- mente al flujo es tal que las desviaciones respecto del valor medio en la sección son pequeñas comparadas con ese valor medio”. "Los efectos dispersivos del gradiente transversal de velocidades y de la difusión turbulenta transversal, se contrabalancean”. La primera hipótesis se invalida en zonas donde se producen grandes gradientes de concentración (efluentes flotantes, estuarios fuertemente estratificados, etc.). La ecuación de balance de masa no es aplicable a una nube de contaminante que se está dispersando inmediatamente después de la introducción del mismo. Existe un período inicial durante el cual el movimiento de la nube de contaminantes es controlado primariamente por la distribución de las velocidades convectivas dentro de la sección transversal de flujo.
Y una segunda confesión aún más importante extraída del Balance y dinámica de nutrientes principales del río de la Plata interior, de los investigadores del INA Patricia Jaime y Angel Menéndez, Págs. 17 y 18: Fisher (1967b) observó que, en canales naturales y estuarios, el efecto del gradiente horizontal es dominante, a tal punto que en muchos casos la dispersión debida al gradiente vertical puede despreciarse. ¡¿Cómo va este señor a despreciar el gradiente vertical, si es precisamente el que saca todos los tributarios estuariales del planeta por convección interna dentro de los cordones?! FJA Veamos cómo sigue esta confesión: El uso de la ecuación (3.3.23) en estuarios puede ser cuestionable ya que ha sido verificada sólo para flujo estacionario con una relación ancho/profundidad máxima de 60; y en estuarios esta relación puede ser del orden de 600. Y en nuestro estuario puede serlo de 1 en 3000. Sin embargo, a falta de otra información se la usa para estimar los efectos de la distribución transversal de velocidades en estuarios. Se observa que el efecto de la marea reduce significativamente la intensidad de la dispersión por gradiente transversal de velocidades (el parámetro Tl’ toma valores muy inferiores a 0,1), por lo que resulta dominante la dispersión por el gradiente vertical de velocidades. Al menos son sinceros, y así ¡Por fin dieron vuelta la tortilla! Recordemos que los "segmentos de flujos" a que hacen mención: verticales, transversales y longitudinales, corresponden a flujos convectivos internos los primeros; a flujos convectivos externos los segundos y a flujos de los grandes corredores los terceros. Los primeros reclaman para su estudio herramientas que para el caso, las del laboratorio de mecánica de fluidos del INA en Ezeiza, resultan obsoletas. Por eso miran para otro lado y aunque siguen modelando con piloto automático, agradecemos su sinceridad en las confesiones que dan mayor valor a este trabajo y a sus enormes dificultades para trabajar con la mayor honestidad. 5. ESTRATEGIA DE SANEAMIENTO 5.1 Objetivos La estrategia de saneamiento contempla el alcanzar objetivos mensurables en cuanto a mejora de la calidad del agua tanto del Matanza-Riachuelo como de la Franja Costera del Río de la Plata. En el caso del Matanza-Riachuelo, dado el alto grado de contaminación actual, que lo condena a padecer un estado anóxico en la mayor parte de su recorrido, el objetivo de gestión planteado ha sido el de poder superar las condiciones de anoxia al menos en el Tramo Inferior, que es donde se llevarán a cabo las obras de la primera etapa del Plan Director de AySA (ver próxima sección). Esto evitaría la producción de malos olores, lo que entonces constituye una mejora mensurable. Tal como se verá en el próximo capítulo, aún este relativamente modesto objetivo requiere de grandes obras e importantes medidas de gestión. Por su parte, para la Franja Costera del Río de la Plata se plantea como objetivo recuperar la mayor longitud posible de costa para garantizar condiciones adecuadas de recreación sin contacto directo, una actividad de hecho ya instalada en una buena parte de la ribera. Este objetivo, quizás modesto como el anterior para el Matanza-Riachuelo, también requiere de obras de gran envergadura (ver próxima sección). 5.2 Plan Director de AySA (PDA) AySA ha planteado un Plan Director (en adelante, PDA) para ampliar la prestación del Las obras involucradas se esquematizan en la Figura 5.2.1, donde también se presenta la situación actual, considerada como Escenario de Referencia. Específicamente, se plantean las siguientes obras y funcionalidades: o Se amplía la PSO (Planta Sudoeste) a 3 m3/s, manteniendo una DBO de 30 mg/l. o Se amplía la PEJ (Planta El Jagüel) a 1,5 m3/s, manteniendo una DBO de 30 mg/l. Su efluente es conducido íntegramente al río Matanza, es decir, se elimina la actual infiltración en la Laguna de Rocha. La planta colecta la mayor parte de las aguas residuales domésticas e industriales de la nueva área servida. o La PC (Planta Cañuelas) permanece con el mismo caudal que en el presente (0,1 o Se construye un Colector Ribereño (CR) entre el Partido de San Fernando y la boca del Riachuelo que intercepta todas las descargas costeras, de modo que al norte de la boca del Riachuelo sólo aporta el río Luján (receptario de la CRR). o Se construye el Emisario Subacuático “Riachuelo”, que descarga a un distancia de entre 9,4 y 12,2 km (longitud del tramo de difusores) de la costa, aproximadamente. Este recibe una parte considerable de lo colectado actualmente por el sistema cloacal central hacia el norte del Matanza-Riachuelo, más lo recibido por el CMI y el CR. La gran distancia a la costa o se justifica en la necesidad de alejarse lo suficientemente de las tomas de agua. o Se reemplaza el actual Emisario Subacuático “Berazategui” por uno de mayor extensión, que descarga a una distancia de la costa de entre los 4,5 y 7,5 km (longitud del tramo de difusores), aproximadamente. La extensión se justifica en la necesidad de alejarse lo suficientemente de la toma de agua de Bernal. 5.3 Programas de Reconversión Industrial (PRI) La estrategia consiste en concentrarse, en primera instancia, en los mayores aportantes de carga orgánica al sistema, de modo de producir un efecto de saneamiento mensurable a partir del control de una cantidad limitada y manejable de industrias. Figura 5.2.1. Obras involucradas en el Plan Director de AySA 6. RESPUESTA DEL MATANZA-RIACHUELO 6.1 Representación del PDA + PRI La representación del PDA y de los PRI en el modelo del Matanza-Riachuelo requiere especificar el detalle cuantitativo de las intervenciones proyectadas. Se efectuaron las siguientes hipótesis: o El CMI colecta: o La PSO ampliada colecta: Las industrias de las listas cortas de la SAyDS y de la MatRia que caen en la nueva área servida (sólo se ha identificado 1 de la base SAyDS). o La PEJ ampliada colecta: Las industrias de las listas cortas de la SAyDS y de la MatRia que caen en la nueva área servida (se identificaron 4 de la base SAyDS). o Las cloacas máximas colectan: El 75% de las aguas residuales domésticas de Avellaneda. Las industrias de las listas cortas de la SAyDS y de la MatRia que caen en las nuevas áreas servidas y colectada (19 y 16, respectivamente). o Las descargas domésticas remanentes se actualizan a 2013, que es el horizonte de tiempo de construcción de las obras. Esta actualización se hace en base a datos del INDEC. Este escenario de ensayo, representativo de un sistema mixto, en el cual una parte de las cargas es transportada por el sistema troncal hacia el Río de la Plata mientras que la otra parte es conducida a plantas de tratamiento que vuelcan los efluentes al río Matanza, se ha denominado Escenario Parcialmente Centralizado (EPC). En las Tabla 6.1.1 a 6.1.3 se presentan las cargas que llegan al Matanza-Riachuelo correspondientes a este escenario, donde también se incluyen las de la situación actual como referencia. La reducción relativa de caudal y carga de DBO del escenario EPC respecto de la situación actual se indica en la Tabla 6.1.4. Se observa que la reducción de estas dos cantidades para las aguas domésticas se da en la misma proporción; esa reducción es particularmente importante en el Tramo Inferior, donde se concentran las mayores obras de saneamiento. En cambio, para las fuentes industriales se produce una reducción más importante en la DBO que en el caudal, debido a la mayor concentración asociada; en ambos tramos las reducciones son muy significativas (Nótese que en el Tramo Superior no se elimina el 95% de la carga porque las industrias siguen aportando al curso, aunque con una DBO reducida). Por el contrario, las fuentes puntuales ven incrementado en forma relevante su aporte relativo, debido a la ampliación asumida de las plantas de tratamiento (del 2008 al 2013). Tabla 6.1.1. Cargas aportadas al Matanza-Riachuelo el escenario EPC en el Tramo Escenario Actual (2008) Escenario EPC (2013) Escenario Actual (2008) Escenario EPC (2013) Escenario Actual (2008) Escenario EPC (2013) o Se produce una mejoría general (aumento de OD) respecto de la situación actual, como era de esperarse. o La acción de las obras del PDA no son suficientes como para evitar las condiciones de anoxia en gran parte del Tramo Inferior. o El control de las mayores industrias que aportan al Tramo Superior, mediante tratamientos de efluentes que disminuyan la DBO a 50 mg/l, colocaría a ese tramo cerca de lograr condiciones óxicas. La Figura 6.2.2 indica el estado de OD sobre la cuenca completa para los tres caudales de referencia del Matanza-Riachuelo (la situación fluctúa, básicamente, entre estos tres estados) 6.3 Variante centralizada Específicamente, se propone: o Construir un Colector de Margen Derecha (CMD). o Conectar la PSO y la PEJ al CMD, es decir, derivar las aguas servidas colectadas por éstas al Río de la Plata. Para representar esta variante en el modelo del Matanza-Riachuelo, se supone que el CMD colecta el 90% de las aguas residuales domésticas. Nótese que este escenario de ensayo representa un sistema básicamente centralizado, en el cual la gran mayoría de las cargas aportadas al Tramo Inferior es transportada por el sistema troncal hacia el Río de la Plata. Por lo tanto, se lo ha denominado Escenario Totalmente Centralizado (ETC). Las Tablas 6.3.1 y 6.3.2 presentan las cargas correspondientes que llegan al Matanza-Riachuelo para el Tramo Inferior (el Tramo Superior es idéntico al del escenario EPC) y al total, incluyéndose los valores del escenario EPC como referencia. Se observa que la diferencia significativa es la supresión total de las fuentes puntuales; las domésticas sólo disminuyen un 3%, mientras que las industriales permanecen como estaban. Tabla 6.3.1. Cargas aportadas al Matanza-Riachuelo para el escenario ETC en el Tramo Inferior. Escenario EPC Escenario ETC Escenario EPC Escenario ETC La Figura 6.4.1 muestra la distribución de OD a lo largo del Matanza-Riachuelo para el escenario ETC. Se observa que con esta variante se logra alcanzar condiciones óxicas en todo el Tramo Inferior, que es el objetivo de gestión planteado. Comparando con la correspondiente a EPC (Figura 6.2.1), se nota que no hay diferencia alguna en el Tramo Superior, ya que la acción en esa zona es idéntica para ambos escenarios. En la Figura 6.4.2 se muestra el estado de OD sobre la cuenca completa para el escenario ETC y los tres caudales de referencia (la situación fluctúa, básicamente, entre estos tres estados). La posibilidad de obtener condiciones óxicas en la parte baja del Tramo Inferior está asociada a la drástica disminución de la carga orgánica aportada, al suprimir la descarga de las plantas de tratamiento al río Matanza. De todos modos, si bien la eliminación de las descargas de las plantas es condición necesaria para alcanzar condiciones óxicas, está lejos de ser una condición suficiente; de hecho, es necesaria una implementación estricta de la reducción de descarga industrial (a través de los PRI) si se quiere alcanzar el objetivo de gestión. De efectuar ensayos de sensibilidad con el modelo, surge que es necesario que el aporte de carga orgánica al Tramo Inferior no supere los 6,5 ton/día, aproximadamente. a) Caudal Mínimo Figura 6.4.2. Zonificación de zona anóxica sobre la cuenca del Matanza-Riachuelo para el escenario ETC.
De la modelación de flujos y deposiciones, ni noticia.
8. CONCLUSIONES Las siguientes son las principales conclusiones obtenidas de esta fase de los estudios. Para el Matanza-Riachuelo: o Bajo la situación actual de vertidos, el río se encuentra en estado de anoxia en la mayor parte de su recorrido. En particular, todo el Tramo Inferior (25 km, cuyo límite es el inicio de la rectificación del Matanza) se halla en esa situación. El Tramo Superior comienza a complicar su estado de calidad desde la desembocadura del Aº Cañuelas. o Dado el alto grado de contaminación actual del Matanza-Riachuelo, que lo condena a padecer un estado anóxico en condiciones hidrológicas normales sobre la mayor parte de su recorrido, el objetivo de gestión planteado ha sido el de poder superar las condiciones de anoxia al menos en el Tramo Inferior, que es donde se llevarán a cabo las obras de la primera etapa del Plan Director de AySA (PDA). Esto evitaría la producción de malos olores, lo que entonces constituye una mejora mensurable. o La combinación del PDA y los Programas de Reconversión Industrial (PRI) a cargo de la SAyDS – cuya estrategia consiste en concentrarse, en primera instancia, en los mayores aportantes de carga orgánica al sistema, de modo de producir un efecto de saneamiento mensurable a partir del control de una cantidad limitada y manejable de industrias – no resultan suficientes como para evitar las condiciones de anoxia en granparte del Tramo Inferior. o La carga orgánica vertida al Tramo Inferior no debería superar las 6,5 ton/día, aproximadamente, si se desea tener condiciones óxicas. Esto resulta incompatible con la existencia de las plantas de tratamiento Sudoeste y El Jagüel, tal como están planteadas en el PDA, ya que entre las dos volcarían 11,7 ton/día de aguas servidas tratadas al río Matanza. o La variante de eliminar los vertidos de esas plantas de tratamiento, conectando sus áreas servidas al proyectado Colector de Margen Derecha (que aportaría al proyectado Emisario Riachuelo para descargar al Río de la Plata), junto con la aplicación del PRI a las industrias que, en total, explican el 95% de la carga orgánica vertida en el Tramo Inferior (se estima una cantidad de aproximadamente 40 industrias), lograría generar condiciones óxicas en el Tramo Inferior, es decir, alcanzar el objetivo de gestión. Aún así, a pesar de tan loables esfuerzos, la sustentabilidad del ecosistema del Matanzas-Riachuelo, siendo generoso, será fragilísima si no devuelven al curso de agua su salida original. Para ello todavía tienen que descubrir que con mecánica de fluídos no se alcanza a entender el funcionamiento de las salidas tributarias; que sin verlo se puede seguir ignorando el sistema que acompaña a la deriva litoral; tanto en protección de flujos de salida, como de orden en las deposiciones sedimentarias. Desde hace un par de años vengo sugiriendo mirar esta cuestión y mi propuesta al respecto viene apuntada en la siguiente imagen
Se trata de recrear las condiciones de gradientes térmicos que permitan a las aguas tributarias montarse en la ninguneada deriva litoral y hacer lo que hicieron siempre durante las 24 horas del día. Para ello, las líneas de ribera y las "costas blandas" (naturales), se tienen que respetar. Esto no es "purismo". Es lo mínimo, necesario, elemental.
Río de la Plata: o La Franja Costera del Río de la Plata no es actualmente apta para ningún uso del agua (consumo humano con tratamiento convencional, recreación con y sin contacto directo y preservación de la vida acuática). o Las tomas de agua de AySA caen dentro de la zona apta para consumo humano con tratamiento convencional, aunque su cercanía al borde de zona no apta indica que la situación podría ser más comprometida en el futuro si no se encaran acciones. o Los coliformes fecales son el principal limitante de las zonas de uso para recreación con y sin contacto directo. o La zona no apta para preservación de la vida acuática se extiende mucho más allá de la Franja Costera, incluyendo al menos todo el Corredor Palmas. Esto se debe al efecto de las relativamente altas concentraciones de Plomo yCromo provenientes del río Paraná de las Palmas. o Para la Franja Costera del Río de la Plata se plantea como objetivo de gestión recuperar la mayor longitud posible de costa para garantizar condiciones adecuadas de recreación sin contacto directo, una actividad de hecho ya instalada en una buena parte de la ribera. o Con los emisarios Riachuelo y Berazategui extendido se logra desplazar gran parte del impacto de los coliformes fecales hacia la Segunda Franja Costera. En particular, alivia la situación de las tomas de agua de AySA. o En el caso de uso para recreación con contacto directo, los coliformes fecales continúan siendo el parámetro limitador para la Franja Costera. Aunque disminuye en varios kilómetros el ancho de la zona costera no apta para este uso hasta el partido de Quilmes, las descargas de los emisarios generan una zona restringida de gran extensión y ancho en la Segunda Franja Costera, que globalmente alcanza alrededor de 37 km en extensión y 7,6 km en ancho. o El panorama es mucho más interesante en el uso para recreación sin contacto directo, en cuanto a mejora de la calidad, ya que prácticamente desaparece el efecto restrictivo de los coliformes fecales sobre la costa. De esta forma se recuperan 26,5 km de costa hacia el norte de la boca del Riachuelo – esto se debe a la acción del Colector Ribereño y el saneamiento del Matanza-Riachuelo –, alrededor de 2 km en Quilmes (en la zona de costanera que actualmente se usa de hecho como espacio recreativo) y 14 km en Berazategui (con una discontinuidad) – esto resulta de la acción de extender el emisario Berazategui. La zona recuperada prácticamente alcanza hasta Punta Lara (otra zona de recreación), pero sin incluirla. Entre la boca del Riachuelo y Quilmes siguen actuando como principales fuentes de contaminación los arroyos Sarandí y Santo Domingo; en la zona de Quilmes limita la descarga del Aº Jiménez; en Berazategui el limitante es la descarga del Aº Las Conchitas; ya casi en Ensenada, la limitación surge de la descarga de los arroyos Carnaval y Villa Elisa.
Ninguna de estas ilusiones tendrá lugar, pues todas estas graficaciones y modelaciones matemáticas ningunean las inevitables deposiciones; y a menor profundidad sus consecuencias en los mayores contrastes de la capa límite térmica en los reflujos y de aquí los engordes de la deriva litoral; que sumando a las extravagantes floculaciones en áreas con flujos disociados por severa capa límite hidroquímica que terminarán asociados a ella y viajando en sentido bien inverso al de las ilusiones proyectadas, nos descubrirán la diferencia entre las voces "estuario" y "lodazal". Buenos Aires no sólo habrá confirmado que siempre hubo de dar su espalda al mentado "río", sino que hoy, después de ver al Riachuelo 222 años en problemas, se ocupa de apurar su condición mediterránea. Entonces no tendrán más oportunidad para esquivar la cuestión de dónde ubicar el lugar más apropiado para sacar los vertidos urbanos. A cualquier costo, aunque esté a 130 Kms tendrán que ir allí, donde los flujos en descenso operan naturales las 24 hs del día; a menos que antes logren la fórmula para evaporar los detritus intestinales e industriales. De la basura, mejor por hoy aquí no hablar. Francisco Javier de Amorrortu, 25/10/08 Gracias Querida Alflora por advertir este peregrinar
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