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El epílogo de las creencias sobre la ola oblicua como factor determinante de la deriva litoral

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Trece nuevos hipertextos han sido dedicados al tema de la deriva litoral en Enero del 2011, intentando historiar sus transformaciones en las riberas bonaerenses. Ver por /deriva.html y 12 html siguientes.

Los preceptos supuestamente correctores de nuestras pérdidas de playas, tratando de evitar que la ola oblicua recorriera las playas y riberas, precisamente lograron lo contrario: que se las robara.

La deriva litoral es la protección. Pararon la ola oblicua, pero interrumpieron la deriva litoral; que poco importa a esta altura del problema si viene generada por la ola oblicua o por mandinga.

El problema que aquí me importa, es cómo ponerles frente a sus narices lo que cabe a esas particulares transferencias naturales de energías que llamamos "convección", "interna" y "externa".

Siendo que es corriente que en nuestro estuario del Plata responde en la dirección de sus rumbos siempre a las advecciones mareales, alcanzando a éstas su extendida hipersincronicidad; y motorizados estos rumbos por la convección interna que se desarrolla en la intimidad de sus aguas; y afirmada esta intimidad por la presencia de naturales y muy prolijos cordones litorales paralelos a la costa; y calificadas las impecables acreencias de borde cuspidado por la capa límite térmica que separa las aguas de la advección mareal, de las del tributario que se mueve por convección interna dentro del cordón; para oportunamente alcanzar el gradiente térmico que le permita convectar externamente y así dispersarse.

Al interrumpir, repito, por la presencia de obstáculos a estos estrechos flujos, esta maravillosa tarea que se realiza en aguas térmica y sutilmente disociadas, todo el proceso natural se desmorona.

Desde las milenarias acreencias costaneras que a continuación ilustraremos, hasta la salida de las aguas de nuestros tributarios que así quedan expuestos a las advecciones mareales directas en todos aquellos casos en donde el cordón se ha roto y la salida aparece perpendicular a la línea de la costa, todo el proceso natural, repito, se arruina.

La función primordial del cordón es entonces dar salida a las caldas aguas del tributario, orillando la capa límite térmica que no alcanza a franquear. Si lo lograra, todo sería convección externa; que es precisamente lo que tenemos que evitar, pues es esta convección externa la que se roba las playas.

Esta corriente de muy estrechos flujos en las áreas de más baja profundidad ribereña, de dirección tan particular que sorprende a nuestro imaginario, es precisamente beneficiosa, repito, para impedir la erosión de las costas.

Sigo repitiendo: al impedir que la convección externa se encienda en la más concreta inmediatez de la costa, y demorarla hasta que la ligera curva del cordón hacia el exterior le facilite su natural salida; tanto el cordón litoral como los flujos que convectan dentro de él, son los encargados de protegernos de la erosión de las costas.

Seguir haciendo escolleras a esta altura de los tiempos, (grandes o pequeñitas da lo mismo), es la prueba más simple y contundente de lo lejos que estamos de entender los procesos naturales.

Que no son tan complejos; sino discretos. Siendo nuestra exclusiva mirada a mecánica de fluidos, paupérrima para acariciar la función de esos cordones y su gestación.

Donde desaparecen los cordones en nuestra costa estuarial, ya tenemos una catarata de problemas en cadena. Veamos las imágenes, comenzando por las vírgenes del estuario del Caravelas en Brasil y sus formidables acreencias de millonarios cordones.

¡Maravilla total! que nunca vió al hombre entrometerse en sus tareas.

Siguen cartografías e imágenes satelitales de la costa uruguaya, mostrando esos cordones de salida; en parte aflorando; en parte, sumergidos. Siempre en la dirección de las advecciones mareales, sin excepciones. Pues son ellas las que rigen al estuario.

En la imagen que sigue, la ola pega de frente. Sin embargo, el cordón de salida facilita la salida a este pequeño arroyo de San Pedro, hasta darle la oportunidad de acercar el gradiente térmico que vea encendida su convección exterior

Esta imágen del puerto de Carmelo muestra la ignorancia del hombre cortando el cordón y así dando lugar a todo tipo de desordenadas sedimentaciones.

Desordenadas sedimentaciones que ya veremos reflejadas brutalmente en el frente de salida de los canales obrados por nuestros ingenieros hidráulicos en Sanborombón. Ver

Otro pequeño curso de agua en la costa uruguaya. ¡La ola oblicua pegando exactamente en dirección contraria a la deriva litoral que marcha hacia el NO, según lo muestra la dirección de salida del cordón litoral!!!

¡¿con qué alfileres se habrá sostenido tantos años esta vieja teoría de la ola oblicua?!

Deriva litoral cargada de hidrotermias, que reflejan en sus anchos excedidos la ausencia del cordón litoral que encauza estos flujos térmicamente disociados. Aun así, no convectan exteriormente, sino que lo hacen dentro de su sistema, que por ello se califica "positivo".

Las mismas crecidas hidrotermias sin el cordón en la playa municipal de Ferrando, Colonia, Uruguay. La fuerte interrupción de la saliente costera inmediata, es generadora de estas interrupciones en la sostenida deriva litoral y por ello el cordón no alcanza formación.

Veamos a cambio, lo que quedó de nuestros cordones litorales urbanos.

Esta fecha de 1792 es seis años posterior a la apertura de la boca del "trajinista". Nombre que recuerda el trajín del botero que cruzaba las gentes por el Riachuelo.

...................................... plano de Cerviño; su interpretación

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Todos entendieron que con esta nueva e inesperada boca abierta por los flujos impedidos de circular por exceso de embarcaciones fondeados en su curso, la entrada y salida de embarcaciones quedaba facilitada. Y así fue, pero dejaron condenado al pobre Riachuelo que nunca más fluyó. Hoy, debido a ello pierde 8 cm por año de profundidad. La cuenca Matanzas Riachuelo de 225.000 Has. utilizada por 4.800.000 personas es hoy una cuenca cerrada. Endorreica. Sin salida.

La propia Vuelta de Rocha es testimonio inocultable de esos enfrentamientos de flujos mareales que penetran tres (3) kilómetros en su interior; provocando esa eventración en el intestino delgado del pobre Riachuelo; que en adición de penas allí conoce la formidable decantación de sedimentos provocada por el bruto desencuentro térmico.

Todos quieren aplicarse a las materias de la contaminación, sabiendo que este es un problema cultural que tiene 200 años y permanecerá entre nosotros otro cuarto de milenio más.

Nadie mira el mucho más sencillo problema de los flujos de salida natural. Ni siquiera lo comentan. Nadie relata la historia del problema porque siguen en la luna de miel de la ola oblicua y no en las materias de transferencias de energía que mueven la deriva litoral y hacen posibles las salidas tributarias.....................................

Este antiguo plano del arroyo Sarandí en San Isidro muestra cómo fue roto el cordón y abierta la salida que luego dió lugar a la tristemente célebre Punta Amarga que relata el Tte Dufourq; para terminar rematando el sistema del cordón con la construcción de la escollera del puerto de San Isidro que hoy nos regala tal desvio en el curso de salida del Luján, que las energías del canal natural de flujos costaneros quedaron perdidas.

Esta salida obrada en Río Santiago es la torpe repuesta del hombre por simple ignorancia de los aprecios debidos a la deriva litoral, a las energías que la alimentan, y a los depósitos sedimentarios cuspidando los maravillosos cordones litorales que hacen posible la salida ordenada, tanto de los flujos, como de los sedimentos. Opción de salida hoy perdida en nuestros tributarios.

Plano de Zacarías de Aizpurúa, Padre de Benito. Ambos, grandes cartógrafos náuticos.

Intentaremos en las páginas que siguen, resaltar estos procesos de convección interna y externa en otros territorios donde con extraordinaria claridad nos muestran sus efectos, sus defectos y sus historias.

Francisco Javier de Eitzaga Amorrortu, 7 de Noviembre del 2007

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