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Trascendencia del discernir sobre línea de ribera urbana

Hemos transitado con la mirada por las riberas estuariales urbanas donde la línea de ribera siempre ha estado sometida por la mirada a los negocios sobre acreencias que la violan más allá de sus límites.

Si esta historia algunos dicen comienza con Rosas haciendo rellenos en su estancia de Palermo en 1836, aumento la apuesta para señalar comienza en abril de 1786 con la rotura del cordón litoral de salida del Riachuelo fundando embancamientos desde 3 km adentro hasta bien más allá de la salida.

Algo similar ocurrió por aquella época con la rotura del cordón de salida del arroyo Sarandí en San Isidro. De los otros pequeños tributarios estuariales no me ha tocado en suerte a problemas similares reconocerlos.

Aquí comenzaron los problemas, pues aunque estas acreencias ribereñas fueran subterráneas ya afectaban a los flujos de la deriva litoral y 200 años más tarde ya se habrían devorado los corredores naturales de flujos costaneros urbanos al Norte del Canal Sarandí sin que nadie les prestara la más mínima atención.

Toda la mirada a los flujos inmediatos costaneros está ausente de los institutos de investigación universitarios y del más alto nivel público.

Son tantos los desastres allí acumulados que los compromisos políticos nunca asumidos en estos temas tampoco querrían ellos sacarlos a ventilar.

Pero estos problemas desde que los satélites operan, están a la vista de cualquiera. Incluso de un hortelano como este que cultiva huertas en el alma sobre estos temas, procurando despertar sentimiento de responsabilidad donde fuera.

La línea de ribera en las riberas estuariales está asfixiada de testimonios que desesperan.

Las líneas de ribera en las parcelas rurales de pampa húmeda han quedado resueltas por el eficaz antídoto que el Anexo, Par 2, de la Res 705/07 del Ministerio de Infraestructura le aplicó al envenenado art 18 del código de aguas.

Las líneas de riberas urbanas en los cursos de agua y en el frente estuarial urbano son las que esperan.

Las primeras a fundar con hidrología urbana cuantitativa concreta a cuenta de responsabilidad municipal en escala 1.25.000.

Las segundas sobre el estuario a fundar con una mirada global de respeto a los flujos de la deriva litoral que frene todo tipo de acreencias en tanto se decida un plan ordenador que mejore la continuidad de un frente ribereño que en algo contribuya a devolver consistencia a los flujos: tanto los de deriva litoral como los del corredor natural de flujos costaneros.

Esta mirada ordenadora tendrá que asumir entre sus responsabilidades el estudio de salida de los emisarios propuestos, el vuelco de dragados al Sur del Km 26 del canal costanero y la conveniencia de consolidar los refulados y sedimentaciones en ambas márgenes del Emilio Mitre que permitan conformar una geometría del sector que favorezca la relación de los flujos longitudiales sobre los convectivos, al tiempo de descubrir nuevas áreas para tantas urgidas necesidades que venimos difiriendo.

Fundar línea de ribera urbana en los cursos de agua que transitan por parcelas cuyos propietarios propician la creación o ampliación de núcleos urbanos implica una buena dosis de sinceridad y aplicación para mirar todo lo que ya da sustento legal a estas materias, corrigiendo los innumerables desvíos de criterio de la AdA que por sí solos en sus resoluciones precarias y revocables descubren sus enredos.

Ambas materias, las riberas del frente estuarial y las de los arroyos y ríos comprometidos con creación o ampliación de núcleos urbanos, necesitan, al igual que las planicies de inundación que menciona el art 1° de la ley 6254 del soporte jurisprudencial de las Supremas Cortes Nacional y Provincial amasado en el estudio de las causas que soliciten su intervención.

Es inútil, viendo el abandono de más de dos siglos en estas materias imaginar que la salida fuera sólo administrativa o por intelección aislada.

Al asumir la Suprema Corte la necesidad de su intervención, también advertirá cuánta utilidad le regalará para comenzar a comprender la parálisis que acosa a la causa del Riachuelo.

Estas materias conforman una megacausa tan importante como la seguridad y la educación y tienen el agravante que no figuran en cartelera.

Francisco Javier de Amorrortu, 25.5.09