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Vicisitudes del Pilcomayo

Caso paradigmático donde luce el abismo que la ciencia hidráulica y la sedimentología vienen sosteniendo desde sus orígenes. Apoyadas ambas en los mismos soportes de mecánica de fluidos que guían estos criterios, cargando en sarcofágicas canalizaciones todo tipo de inconcientes crímenes.

Ignorando las energías solares acumuladas en esteros y bañados aledaños a las grandes y pequeñas sangrias; energías convectivas que por costas blandas y bordes lábiles vienen a ellas de continuo transferidas.

Unicas responsables del transporte de los sedimentos y los desplazamientos de las aguas en planicies extremas, que así nos acercan en este Pilcomayo con canalizaciones y alteos contra Ntura, al crimen hidrológico más original del planeta: cómo gastar millones de dólares en "estudios" y acuerdos tripartitos durante décadas, para seguir ganando confirmación del asesinato del río.

Por cierto, cualquiera diría que el problema es de origen político, pero se estaría ahorrando señalar que las propuestas de solución fueron "científicas".

Gracias a estas carnicerías y desconciertos los pellejos del Bermejo se vienen salvando. No así, el Matanzas, ni el Reconquista, ni el Luján, ni el Emilio Mitre y el desbande sedimentario en el delta central.

Los atarquinamientos son debidos en exclusiva a la liquidación de meandros, costas blandas, bordes lábiles y cualquier otro recurso que aporte a los procesos de acumulación y transferencia de energía solar (convectivas). O a cualquier profundización que altere el gradiente de ligera menor temperatura (-0,2º) que disocie las aguas e impida sus advecciones.

Estas enfermedades tan simples de visualizar, no han sido todavía por la ciencia hidráulica, ni por la sedimentología entendidas.

Con el debido agradecimiento a Alflora Montiel Vivero por haberme despabilado en estos temas y a Estela Livingston por su ayuda en expresión. Francisco Javier de Amorrortu, 23/8/16

. Ver /pilcomayo.html del 4/6/11

Vicisitudes  de un río Pilcomayo o Araguay que se suma a la Cuenca del Plata naciendo en Bolivia y se extendiéndose por Argentina y Paraguay.

Un 44% del área total de la Cuenca se encuentra en Paraguay, el 31% en Bolivia y el 25% en Argentina.

La población total de la cuenca es de 1.3 millones de habitantes, de los cuales 951.000 se concentran en la parte boliviana de la cuenca superior. Sin embargo, el promedio de 7.4 habitantes por kilómetro cuadrado de esta área es engañoso, ya que todos viven en los empinados y angostos valles agrícolas y en dos ciudades importantes (Sucre y Potosí) ubicadas en el nordeste de la cuenca. Fuera de estos centros de población existen vastas áreas vacías. En la cuenca inferior la densidad disminuye a cifras tan bajas como 2.8 habitantes por kilómetro cuadrado en Argentina y 0.5 en Paraguay

Parte de su curso marca la frontera entre estos dos países. Pero tal vez, en pocos días, debamos decir "marcaba". 
Hasta hace poco tiempo, los niños paraguayos, argentinos y bolivianos aprendían en el colegio que el Pilcomayo era un río de 2426 kilómetros de longitud, parte de una cuenca de 270 000 km²  habitada por un millón y medio de personas para las cuales el río era una fundamental fuente de vida, y que en verano alcanzaba un caudal promedio de 800 m3/s, con picos superiores a los 1.500 metros cúbicos por segundo, habiendo llegado a conocer de 3.500 m3/s, 45 veces el promedio de los mínimos en 80 m3/s (Rabicaluc, 1986)

Actualmente, en cambio, el río está prácticamente seco, y próximo a desaparecer. El Pilcomayo está sufriendo un fenómeno llamado extinción del cauce por atarquinamiento, que no le ha ocurrido a ningún otro río en el mundo y que tiene causas que son responsabilidad del hombre.

El ministro paraguayo de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, explicó que las causas de la sequía en el río son dos: por un lado, la falta de lluvias en Bolivia, que provoca que la gran cantidad de sedimentos que el río transporta no pueda ser arrastrada y se acumule, extinguiendo el río; y por otro, una mala gestión de la comisión trinacional encargada de proteger el río.

A partir de la difusión de un video en el que pueden verse los yacarés agonizando atrapados en el barro, la fiscalía paraguaya inició una investigación para comprobar si se trata de un delito ecológico en la Laguna Escalante, en el Chaco paraguayo. 

Los medios de comunicación paraguayos señalaron que la Comisión Nacional del Pilcomayo no había realizado las acciones necesarias para prevenir el desastre.

El río Pilcomayo es considerado uno de los ríos con mayor cantidad de transporte de sedimentos en el mundo con una tasa media anual de 125 millones de toneladas. Esta particularidad constituye el rasgo natural por excelencia de la región, recorriendo más de 1000 km desde los 5500 m de altura en sus nacientes en Bolivia hasta los 250 m en los alrededores de Misión La Paz en territorio argentino.

En la Cuenca Alta el Pilcomayo es un río de montaña que al abandonar los Andes (o "subandinos") en la ciudad de Villa Montes, entra en la planicie del Chaco, en dirección Estesureste en sentido del flujo, extendiéndose unos 1.000 km hasta el río Paraguay (de los cuales 835 km son frontera entre Argentina y Paraguay). En este tramo se convierte en un  río de llanura.

El llamado "Pilcomayo inferior",  es uno de los numerosos riachos que drenan el Chaco y desembocan en el río Paraguay, parece hidrológicamente desconectado del río superior. Otra de sus singularidades  es que en ese curso llano (el Chaco de Paraguay y Argentina) el río se pierde, es decir no desemboca directamente en el río Paraguay. Esto ocurre por la sedimentación o atarquinamiento, que se ha acelerado durante el s. XX.

El río Pilcomayo en llanura constituye uno de los mejores ejemplos de mega-abanico fluvial, frecuentes en las faldas orientales de los Andes en América del Sur. Es también el mayor de ellos (>200.000 km2) y el único del mundo que presenta el fenómeno de extinción del cauce por atarquinamiento. No se trata simplemente de un río endorreico cuyas aguas desaparezcan en algún punto, de lo cual sí hay ejemplos en el mundo, sino que en el lugar en que el río desaparece  todavía fluye un caudal notable que se extiende formando bañados.

Es así que ante tantas particularidades que llevan a enfrentar numerosas problemáticas con carácter internacional, los gobiernos de los tres países de la Cuenca desde comienzos del siglo pasado integran sus esfuerzos  a través de iniciativas como la conformación de la comisión de trabajo mixta, la suscripción de acuerdos y la solicitud de préstamos y proyectos de cooperación internacional.

23 November, 2010

La delicada situación que atraviesa el río Pilcomayo, tiene su origen en el denominado Proyecto Pantalón (en la zona de la vieja comunidad de Santa Teresa), acuerdo realizado en tiempos del gobierno de Menem entre Argentina y Paraguay, que preveía la distribución de las aguas del río en partes iguales entre los dos países. Para ello se acordó la construcción de canales derivadores en ambos países, para poder llevar las aguas al interior de cada país. Dada la gran cantidad de sedimentos que anualmente arrastra este río, los canales que fueron realizando ambos países se fueron colmatando, lo que dio como resultado su abandono.

Actualmente la Argentina no tiene canal en funcionamiento, las aguas escurren por el cauce natural del río, que unos kilómetros más abajo se va adentrando en la argentina, dejando de ser el límite entre los dos países. Paraguay si tiene un canal derivador funcionando, unos cuantos kilómetros río arriba de la original ubicación del Proyecto Pantalón, al cual le realiza permanentemente trabajos de mantenimiento (profundización – limpieza) para lo cual tiene en la zona un campamento fijo con dos retroexcavadoras (una anfibia y una terrestre).

Esta actividad de mantenimiento y profundización permanente del canal paraguayo, dio como resultado que el lecho del canal paraguayo se ubicara, en la zona de división de aguas a una profundidad de entre 1,5 y 2 metros más que la del lecho del río propiamente dicho. Esto dio como resultado que al disminuir el caudal del río en su ciclo anual, llego un momento en que el agua dejo de entrar en el río y se volcó en un 100 % al canal paraguayo.

Esto produjo que la continuidad de agua en el río propiamente dicho se cortara, produciéndose la situación inédita de que se secara el cauce del río, provocando la tragedia de la mortandad de pescado que disparo la movilización de la población indígena de la cuenca del río, desde Formosa hasta Bolivia, cuya economía esta basada en el pescado. La movilización de la población, provoco una serie de reacciones en el gobierno paraguayo, que a su vez obligo al gobierno argentino a reaccionar también.

Finalmente entre ambos, en el marco de la Comisión Binacional del Pilcomayo, se acordaron obras conjuntas, tendientes a profundizar el cauce del río, de manera de equilibrar la entrada de agua en los dos países. Estas obras se concluyeron “exitosamente” según anuncia la embajada argentina en Paraguay.

En los primeros días que se realizo el trabajo, se logro que entrara un poco de agua, lo que volvió a darle continuidad al río, que a pesar de tener un caudal ínfimo, se normalizo y el pescado proveniente de las zonas del estero Patiño y del bañado la estrella comenzó a poder remontar el río.

Sin embargo, el 8 de noviembre pasado, la obra exitosa dejo de serlo, y nuevamente el 100 % de las aguas escurren por el canal paraguayo, repitiéndose la misma historia de 3 meses antes, con mortandad de pescado a lo largo del cauce del río que se seca.

Actualmente a pesar de haber enviado comunicaciones vía correo electrónico y fax a las comisiones Bi y Trinacionales del Río Pilcomayo, a la sección de Prensa de la Chancillería Argentina, todavía no hay respuesta por parte de nuestras autoridades ante esta gravísima situación.

Se sabe que el Pilcomayo retrocede en promedio cinco kilómetros por año. La prueba más fehaciente es que el bañado los Esteros de Patiño, en Paraguay, se secó y lo propio está pasando ahora con el bañado La Estrella de Argentina que también se alimentaba con aguas del Pilcomayo.

“Antes, el Pilcomayo, se conectaba directamente con el río Paraguay que está a 700 kilómetros de los bañados, pero ahora el Pilcomayo arrastra sedimento que termina tapándolo y, como no se le hace un dragado continuo, va perdiendo terreno”

A la magnitud y causas de este fenómeno refiere el doctor Oscar Orfeo, Director del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL)  y docente de la Cátedra de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.

-Es sabido que el Pilcomayo está en “retroceso” por acumulación de sedimentos en su cauce. ¿Cómo y porqué se da el arrastre inusual de sedimentos?.

-El arrastre de sedimentos en el Pilcomayo es un hecho singular que responde a la poca cohesividad de los materiales superficiales de su cuenca, lo cual facilita su incorporación a la corriente de agua por la energía de su caudal.

Al referir a esta energía en ningún momento la apunta convectiva.

Es el mismo proceso que ocurre en la vecina cuenca del río Bermejo, aunque este último río sigue descargando sus aguas en el río Paraguay a pesar de la enorme cantidad de materiales que transporta. La diferencia es que el cauce del Pilcomayo cruza antes de su desembocadura original, una depresión tectónica (o sea del subsuelo) aproximadamente entre Ingeniero Juárez y Las Lomitas en territorio formoseño, donde el cauce queda más bajo que el área siguiente sin poder avanzar. Ello desencadena el estancamiento de la descarga líquida, el abandono de los materiales sólidos y la generación de un humedal.

 

En julio de 1972, Argentina, Bolivia y Paraguay acordaron llevar a cabo un estudio conjunto de la cuenca del Pilcomayo y solicitaron asistencia técnica y financiera internacional para:

1. Investigar los recursos hídricos de la cuenca del río Pilcomayo y otros recursos naturales.

2. Alcanzar un amplio conocimiento de las características físicas, sociales y económicas de la cuenca para determinar el uso óptimo del agua.

3. Determinar los proyectos hídricos que serían necesarios para asegurar la continuidad del río Pilcomayo hasta el punto donde confluye con el río Paraguay.

4. Determinar el potencial de navegación del río Pilcomayo y encontrar formas de mejorar la navegación del río Paraguay a través de la regulación del caudal, el control de sedimentos, y el pronóstico de crecientes y estiajes.

5. Obtener información sobre la capacidad del agua subterránea de la cuenca para el abastecimiento de agua a las poblaciones y para el riego en pequeña escala.

6. Evaluarlos recursos acuáticos y la fauna silvestre para diseñar medidas para proteger, preservar y desarrollar los recursos.

7. Formular criterios y medidas para el manejo racional de los recursos y el control de la contaminación.

8. Mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales en la cuenca.

9. Formular y recomendar proyectos preliminares para el uso de los recursos hídricos de la cuenca en combinación con otros recursos humanos y naturales, y preparar programas a corto, mediano y largo plazo destinados a regular el caudal del río y reducir la erosión y sedimentación de los suelos, abastecer de agua potable a las poblaciones y a los asentamientos ganaderos, establecer sistemas de drenaje y de riego, y producir energía hidroeléctrica, y

10. Adiestrar personal de los tres países para ejecutar las recomendaciones del proyecto y llevar a cabo otros proyectos similares en la cuenca del Plata.

En diciembre de 1972, los tres Ministros de Relaciones Exteriores reafirmaron la importancia del estudio de la cuenca del Pilcomayo, y el Comité Intergubernamental de Coordinación solicitó al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que iniciara las actividades de campo. Estas actividades comenzaron el 1° de febrero de 1975. El PNUD designó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como organismo ejecutor y el Banco contrató al DDR/OEA para llevar a cabo las tareas. La sede del estudio se estableció en Asunción, Paraguay, y se crearon oficinas regionales en Formosa, Argentina, y Tarija, Bolivia.

El plan de trabajo para el estudio trienal de la cuenca del Pilcomayo contemplaba la presentación a la comisión coordinadora de un informe interino para la Fase I, tan pronto como fueran analizados los datos sobre características físicas, condiciones socioeconómicas y posibilidades de desarrollo. El informe se completó en julio de 1976, y en él se proponían las estrategias de desarrollo basadas en un diagnóstico preliminar de los recursos de la cuenca del Pilcomayo.

En el informe mencionado se identificaron las áreas prioritarias para el desarrollo dentro de la cuenca. Para esas áreas se propusieron proyectos de cría de ganado, cultivos con riego, y silvicultura. El equipo de estudio llegó a la conclusión de que la disponibilidad del agua extraída directamente del Pilcomayo constituía el principal factor determinante del potencial de desarrollo de los recursos naturales de cada subárea, y especificó la información técnica adicional necesaria para resolver la cuestión de los derechos de extracción de agua. En este aspecto resultaron fundamentales los datos adicionales sobre depósitos de sedimentos, el origen del agua en cada segmento del río, ciclos de inundaciones, formación de acuíferos y características de recarga.

En junio de 1977 se presentó a la comisión ejecutiva un borrador del informe final. El informe especificaba una amplia gama de proyectos de desarrollo de la más alta prioridad (véase el mapa 4). También recomendaba que se llevaran a cabo ulteriores estudios sobre ocho instalaciones hidroeléctricas propuestas en Bolivia que generarían 2.352 MW de energía eléctrica, permitirían el control de inundaciones y sedimentos en la cuenca baja, y proveerían de riego a unas 180 000 hectáreas. También recomendaba que se realizaran nuevos estudios sobre derechos de aguas.

En ningún momento advirtieron que esas represas tendrían muy corta Vida por la inevitable acumulación de sedimentos. Tampoco advirtieron que cualquier tipo de presa que sea, acaba con las energías convectivas que esas aguas hubieran acopiado en sus sedimentos.

Otro aspecto que se consideró fue la preservación de la continuidad física del río Pilcomayo. Sin uno o más depósitos en la cuenca superior para regular el caudal del río, cualquier canal entre el Alto y el Bajo Pilcomayo se llenaría con sedimentos. Antes de que los tres países pudieran construir un depósito para la regulación del caudal, sería preciso llevar a cabo trabajos topográficos de campo muy minuciosos, además de un estudio detallado sobre fluviomorfología.

En 1981 surgió un serio problema cuando un país ribereño alteró el curso del río para utilizar las aguas de inundación del Pilcomayo inferior. Como se había llegado a un entendimiento en el sentido de no usar el agua del río hasta que no se complementaran los estudios adicionales, las reuniones de la comisión de coordinación y las negociaciones con FONPLATA se suspendieron hasta que el problema pudiera solucionarse amigablemente.

Otra actividad de seguimiento - que constituyó una innovación técnica - fue utilizar isótopos radiactivos para rastrear el movimiento superficial y subterráneo del agua en la cuenca del río Pilcomayo. Con la asistencia técnica del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Viena, los tres países emplearon deuterio, tritio y oxígeno-18 para determinar si el agua de infiltración del Pilcomayo termina alimentando a los ríos Verde, Montelindo, Negro, Pilcomayo inferior u otros ríos paraguayos, o si en cambio se moviliza hacia el sur para alimentar a los ríos argentinos. También se utilizaron isótopos para determinar si los pozos ubicados en el Chaco se recargan con el agua del Pilcomayo, con agua de lluvia, o con ambos elementos. Estas investigaciones se hallaban aún en proceso en 1983.

Otra posibilidad identificada por el equipo fue puesta en práctica por el Gobierno de Bolivia con la cooperación del Gobierno de Canadá. Entre los departamentos de Potosí y Chuquisaca, en el curso principal del Pilcomayo, se construirá una central hidroeléctrica con una capacidad de generación de 90 000 KW, a un costo de 150 millones de dólares. Mediante la regulación del caudal del río Pilcomayo sería posible irrigar una importante área aguas abajo de Villamontes. Este proyecto requerirá financiamiento internacional.

 

Del 06/01/2016, noticia del Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable

Las obras conjuntas que encara el Gobierno de la Provincia junto a Bolivia y Paraguay para encauzar el Pilcomayo están destinadas a evitar inundaciones. Los trabajos en Misión La Paz en convenio con Paraguay ya concluyeron; en Bajada Grande-Marca Borrada en convenio con Bolivia, finalizarán en diez días.

Funcionarios provinciales y el intendente de Santa Victoria Este, Moisés Balderrama, sobrevolaron las obras de reencauzamiento del río Pilcomayo, en la localidad de Misión La Paz.

Junto a pobladores del lugar verificaron los trabajos que el Gobierno de Salta realiza con Paraguay y Bolivia para evitar inundaciones que afectan a distintas localidades de los tres países.

El intendente de Santa Victoria Este destacó las acciones impulsadas por el Gobierno de la Provincia que permitió aunar proyectos que permiten hoy encarar trabajos conjuntos para intervenir en el cauce del río Pilcomayo y así prevenir desbordes e inundaciones y contribuir a las comunidades de las riberas. “Se logró como nunca antes el trabajo conjunto, lo que permite avanzar con obras destinadas a evitar que se sigan inundando los pueblos de los tres países”, expresó Balderrama.

El funcionario comunal destacó el trabajo que viene desarrollando el Gobierno de Salta para evitar las inundaciones que año tras año los afecta.  “Hoy con el consenso de los otros dos países se pueden profundizar estas importantes obras”, aseguró.

Víctor González, cacique de la comunidad Misión La Paz calificó como un “momento histórico” para los ciudadanos de los tres países que comparten el río Pilcomayo las obras conjuntas que se encaran para encauzar el Pilcomayo. “Es la primera vez que se trabaja de manera conjunta entre Argentina, Paraguay y Bolivia en beneficio de nuestra gente”, manifestó.
 
Las obras
Las obras en el Pilcomayo se pudieron concretar en el marco de  un encuentro trinacional entre Argentina, Paraguay y Bolivia, de fundamental importancia que permitió llegar a un acuerdo y coordinar la realización de obras de reencauzamiento del río Pilcomayo, destinadas a evitar nuevas inundaciones que afecten a localidades de los 3 países.

 Las obras se vienen desarrollando en dos zonas críticas: en Misión La Paz en convenio con el Gobierno de Paraguay, donde las obras ya concluyeron; y en Bajada Grande-Marca Borrada, en convenio con el Gobierno de Bolivia, donde  se estima finalizar los trabajos en diez días. En esta zona, equipos de Salta y Bolivia trabajan en la construcción de canales de 30 metros de ancho, 3 metros de profundidad y 1600 metros de largo. Estas obras beneficiarán a los más de 3500 habitantes que residen en el lugar.

En Misión La Paz, conjuntamente con el Gobierno de Paraguay, los trabajos incluyen la construcción de dos canales de las mismas características que beneficiará a más de 3000 habitantes de la localidad salteña.

 

Informe de los geólogos Iriondo, Colombo y Kröling

http://www.museoameghino.gob.ar/archivos/repositorios/137_descarga_

94_version_digital_del_libro_cuaternario_de_bolivia_y_regiones_vecinas.pdf

En ningún momento hacen mención a las canalizaciones obradas y al robo de energías convectivas que ellas provocan. Todos los procesos de sedimentaciones se exhiben con ojo mecánico. Ignoran que el 23 % de la energía solar que alcanza al planeta va aplicado al movimiento de los fluidos. Y que las energías convectivas van acopiadas en los esteros y bañados aledaños a las pequeñas y grandes sangrías, que por costas blandas y bordes lábiles ofician de contínuo sus transferencias. Que son los sedimentos los que luego las acopian para hacer viables los extensos viajes hasta las mayores profundidades oceánicas.

 

EL CHACO OCCIDENTAL

El Chaco occidental se caracteriza por su clima semiárido; es bordeado hacia el oeste por las Sierras Subandinas, donde ocurren precipitaciones del orden de los 1000 y 2500 mm. Es dominado por la dinámica de los grandes ríos alóctonos que poseen fuerte tendencia a la divagación lateral. Dichos ríos llegan a la llanura desde sus cuencas montañosas a lo largo de profundos cañones, transportando arenas cuarzosas finas, bien seleccionadas. A pesar de la elevada capacidad de transporte, las fracciones granulométricas gruesas están ausentes, excepto algunos escasos bancos de rodados a pocos cientos de metros de la montaña. La única excepción es el río Bermejo.

Al salir de la montaña los ríos han formado 2 terrazas. Los grandes ríos atraviesan la región hacia el este, a lo largo de fajas complejas caracterizadas por cauces abandonados y formas menores. Ocasionalmente se produce un proceso mayor de avulsión.

El Bermejo abandonó, a mitad del siglo XIX, un trecho de más de 200 km de cauce, abriendose camino por otra dirección (Iriondo, 1990). En la actualidad el Pilcomayo está sufriendo un proceso similar, el cual está bajo observación. Dicho proceso lleva ya varios años de duración y aún no ha terminado.

Durante los climas más secos que el actual, los ríos que descienden del oeste han sido más pequeños y más divagantes, hecho que se deduce de la presencia de numerosos paleocauces de reducidas dimensiones en toda la llanura del oeste. Estos paleocauccs tienen un patrón distributario a gran escala; son especialmente visibles en los abanicos de los ríos Pilcomayo y Salado. Cuando la sequedad del clima llegó a valores máximos, se estableció una dinámica eólica en el Chaco Occidental, producida por vientos fuertes y secos del norte.

 

EL CHACO ORIENTAL

El Chaco oriental está constituido por las regiones distales de los abanicos aluviales, compuestas por áreas pantanosas atravesadas por antiguas fajas fluviales de los grandes ríos. El clima actual es húmedo, con exceso de precipitaciones, a lo que se agregan los desbordes de los cauces principales. La infiltración del agua es prácticamente nula, debido a que el terreno superficial es_á compuesto por arcillas impermeables hasta 12 a 20 metros de profundidad. La pendiente, extremadamente baja, no es adecuada para la evacuación de los excesos hídricos.

En consecuencia, aparecen pantanos permanentes y temporarios, densamente cubiertos por la vegetación palustre y flotante. La evapotranspiración es, en esos ambientes, varias veces mayor que la evaporación potencial, y la materia orgánica se acumula en el ambiente anaeróbico del fondo de los pantanos. Neiff (1986) distingue pantanos temporarios ("bañados") y permanentes ("esteros"). Los temporarios no tienen sedimentos propios, están alimentados por agua de lluvia y el agua permanece estancada hasta 6 meses en forma de lámina de hasta 30-40 cm de espesor, con períodos de baja recurrencia.

Existe un corto período de dificiencia de oxígeno, debido a la degradación de la vegetación en el comienzo de la fase de anegamiento. Los pantanos permanentes están mejor delimitados, tienen orillas mejor definidas y están poblados por vegetación adaptada para vivir en condiciones de anaerobiosis prolongada por su sistema radicular. También están adaptados a los incendios períodicos, un mecanismo natural en estos ambientes.

Su producción de materia orgánica es estimada en 20 t/ha/año (peso seco). Aproximadamente un 70% de ese volumen se acumula en el fondo (Neiff, op. cit.), donde es degradado muy lentamente, debido a la deficiencia de oxígeno y deficiente relación C/N. Forma un horizonte turboso en superficie.

Los pantanos más extensos, entre 100-200 km de longitud y 3-10 km de ancho, tienen generalmente una profundidad de menos de 1 m. El área central de los pantanos se encuentra frecuentemente libre de vegetación en una franja irregular, con aguas que fluyen lentamente (Iriondo, 1989). Los actuales pantanos cubren un área de 125.000 km2 en el abanico de Bermejo y Pilcomayo.

Los pantanos forman los tramos superiores de redes fluviales locales, desarrollados sobre los grandes abanicos durante el clima húmedo actual. Los colectores de esas redes incipientes son arroyos muy divagantes, de 2 a 5 m de profundidad y 20 a 60 m de ancho (Orfeo, 1986), que corren por antiguos cauces de los ríos alóctonos mayores normalmente bordeados por albardones. Constituyen un tipo especial de río subajustado (Cucchi, 1973; Iriondo, 1974), en el cual el cauce antiguo tuvo una cuenca mucho mayor que el cauce actual.

En las inundaciones extraordinarias el agua cubre toda la región; los únicos elementos geomorfológjcos emergentes son los antiguos albardones. Una significativa proporción de la carga sedimentaria transportada por los arroyos está constituida por coloides, que forman hasta el 75% de la carga total en algunas muestras. Los coloides están compuestos por materia orgánica en diferentes grados de descomposición, probablemente acomplejada con minerales arcillosos.

Pedroso & Orfeo (1986) encontraron que entre el 40 y el 52% de los sólidos suspendidos de varios riachos chaqueños está incluido entre los diámetros de 1,2 y 0,45 micrones. El substrato palustre del Chaco Oriental ha sido descrito formalmente como Formación Fortín Tres Pozos (Iriondo, 2007).

Constituye el relleno mencionado en el párrafo anterior. Se encuentra en todo este territorio, desde la latitud de 20°S en el norte del Paraguay hasta los 29° 50’S en la confluencia de los ríos Salado y Calchaquí (Fig. 1).

Forma las áreas distales de los ríos Pilcomayo, Bermejo y Salado. Tiene un espesor de 112 a 25 metros color gris verdoso a marrón grisáceo en perforaciones y marrón claro en afloramientos; su granulometría es limo arcillosa, con perfil grano-decreciente.

Está formada por tres miembros de espesores similares. El inferior está compuesto por limo grueso y limo fino en porcentajes similares, seguidos por arcilla y coloides, en ese orden de abundancia. El miembro medio presenta predominio de limo fino, con proporciones similares de limo fino y arcilla subordinadas. El miembro superior contiene más de 60 % de arcilla, seguida por limo fino y coloides, con escaso limo grueso. La arena es muy fina y aparece en proporciones modestas (entre el 4 y el 12 % en el perfil tipo).

Es notable el porcentaje de coloides en todo el perfil, un 16 % de todo el sedimento en la mayor parte de la columna. La composición mineralógica está dominada por cuarzo e illita, con porcentajes variables de carbonatos introducidos por precipitación química. La relación cuarzo/feldespato es alta, en general entre 2 y 5. Entre los minerales arcillosos la illita es casi excluyente.

La columna analítica de la calcita muestra claramente que ha precipitado en una serie de siete niveles discretos, con concentraciones crecientes de abajo hacia arriba. También existen picos importantes de goethita (Fe2O3.H2O), que llegan hasta el 20 % del pico del cuarzo, con intensidades semejantes a lo largo de todo el perfil y porcentajes mayores en la base de la formación.

El color del sedimento varía entre marrón muy claro (10 YR 7/3), marrón típico (7.5 YR 4/3) y marrón grisáceo (10 YR 3/2), con algunos niveles color marrón oliva (2.5 YR 5/4). Por correlación con formaciones geológicas pampeanas adyacentes se le atribuye edad pleistocena superior.

El perfil tipo de la Formación Fortín Tres Pozos está ubicado en el paraje homónimo, en la zona central de los Bajos Submeridionales de Santa Fe, en Argentina (Lat. 29° 05’S, Long. 61° 15’W). En ese lugar no aflora; fue atravesado en todo su espesor por una perforación de investigación, que también atravesó formaciones sedimentarias sobre- y sub-yacentes.

La unidad subyacente es la Formación Ituzaingó, constituida por arenas cuarzosas muy finas. Esta unidad sedimentaria se encuentra en el subsuelo del Chaco desde la latitud del río Verde en el Paraguay (aprox. 23°S) hasta el extremo sur de la región. En la provincia argentina de Formosa se ha extraído de esta formación una megafauna pleistocena, formada por taxones típicos de la región pampeana: Glyptodontoidea, Glyptodontinae, Pampatheriidae, Megatheriidae, Toxodontidae, Camelidae y Cervidae (Zurita et al., 2008)

 

LA FAJA PARAGUAY-PARANÁ

El límite oriental del Chaco está formado por los ríos Paraguay y Paraná. Estos ríos han formado, durante el Cuaternario, una faja de sedimentos y geoformas de orientación N-S con características bien definidas, diferentes al resto del Chaco. La faja está compuesta por arenas cuarzosas finas y muy finas, bien seleccionadas, provenientes de las areniscas cretácicas del Sur del Brasil y Paraguay. Limos y arcillas illíticas y montmorilloníticas están presentes en proporciones subordinadas.

Los depósitos sedimentarios están compuestos por gruesos estratos de arena de cauce hasta varias decenas de metros de profundidad. El relieve local es moderado a bajo, en contraposición con la marcada horizontalidad del resto del Chaco. La faja es amplia en el sur, con más de 100 km de ancho en la provincia de Santa Fe (Iriondo, 1987a).

Los cauces locales que la atraviesan forman canales bien definidos, con escorrentía relativamente rápida. Hacia el norte, en el Paraguay, la faja es considerablemente más estrecha, con 5 a 10 km de ancho en superficie y una terraza de unos 4 m de altura compuesta por arcilla plástica gris verdosa, montmorillonítica, masiva, con restos de paleocauces meándricos.

 

LOS MEGA-ABANICOS ALUVIALES

Los grandes abanicos aluviales de los ríos chaqueños son sistemas complejos formados por unidades sedimentarias y morfológicas de distintas edades y contextos climáticos. Aunque son similares entre sí en sus características generales, cada uno de ellos presenta particularidades significativas. De sur a norte los abanicos son los siguientes: Salado, Bermejo, Pilcomayo, Parapetí y Grande (Fig. 18).

El abanico del río Salado Mide aproximadamente 650 Km de longitud por 150 Km de ancho en su parte distal. Está compuesto por un conjunto de subsistemas menores: abanicos, fajas, depósitos lacustres de diverso tipo (Fig. 19). Sus depósitos sedimentarios están formados predominantemente por limos, illita y arena fina. Entre las sales solubles los cloruros son absolutamente dominantes, seguidos por los carbonatos.

Los abanicos menores se han formado durante períodos secos, en lugares donde los movimientos neotectónicos formaron depresiones de algunos miles de kilómetros cuadrados. Al salir a la llanura el río, llamado Juramento en ese tramo, ha desarrollado su primer abanico en la provincia de Salta y oeste de la provincia de Chaco.

En la actualidad el río corre por un cauce permanente y bien definido en esa zona, hasta la latitud de 25°40'S, donde pierde su cauce y a través de varios brazos descarga en una zona inundable llamada "Bañado de Copo", de 300 km2 de superficie.

Hacia el SSE el bañado desagua por numerosos pequeños riachos que se unen y vuelven a formar un cauce único. La evapotranspiración provoca la pérdida de la mitad del caudal del río, que pasa de 28 m3 /seg a 14 m3/seg.

A lo largo del bañado se produce una selección granulométrica de los sedimentos depositados, que pasan de limo grueso arenoso en la entrada a limo fino arcilloso en el extremo de aguas abajo ("Río Salado, Bañado").

En la región distal, en el centro de la provincia de Santa Fe, el abanico de Salado presenta un sector compuesto por un conjunto de paleocauces del Pleistoceno superior, formados en una época suficientemente húmeda como para permitir la conservación de cauces permanentes.

Aunque están enterrados por una carpeta de loess, son visibles en superficie, tienen trazado irregular y poco divagante. En general, su ancho no sobrepasa los 200 metros (Iriondo, 1987, op. cit.). Los cauces de distinta edad y dirección se presentan parcialmente superpuestos y entrecruzados, en una trama irregular. Algunos de ellos son portadores de agua dulce, lo que les confiere un gran valor potencial en una región con graves problemas de agua.

El resto de la región distal está formado por limos arcillosos palustres con significativo porcentaje de coloides sujetos a inundaciones de varios meses en los años húmedos. Lo único que sobresale en este paisaje extremadamente plano con vegetación de pajonal son pequeñas extensiones de 40 a 80 m de diámetro y 30 a 50 cm de altura, cubiertas por espeso bosque, denominadas "isletas".

Las isletas se originan por la actividad biológica de las hormigas del género Atta; una sola colonia de ellas puede formar un túmulo de varios metros de diámetro, con un sistema de cámaras y galerías hasta los 3 m de profundidad (Bonetto, 1959).

El volumen de tierra removida y alterada por cada hormiguero es de varios metros cúbicos, formándose un sedimento blando y húmedo, compuesto por grumos redondeados menores a 2 mm y alta porosidad. Este material forma un substrato adecuado para árboles y arbustos

 

El abanico del Bermejo

El abanico del Bermejo tiene su ápice cerca de Embarcación (23°S y 64° W) y se extiende hacia el este y sudeste hasta la faja Paraguay-Paraná, a 650 km de distancia. Un gran número de cauces abandonados ("ríos muertos") holocenos pueden ser observados en su superficie. El rumbo general de los mismos es NW -SE y pueden ser trazados a lo largo de decenas de kilometros.

Esta morfología es característica de gran parte del Chaco occidental y central. En el sur se ha desarrollado un gran lóbulo de derrame que penetra en la provincia de Santa Fe.

En la zona de Charadai, en la parte oriental del lóbulo (25° 30'S y 60° W), se ha implantado un ambiente de pantanos, probablemente a fines del Pleistoceno, que ha permanecido hasta la actualidad. En este ambiente se depositaron de 6 a 12 metros de arcillas limosas gris verdosas y marrón rojizas endurecidas, en un bloque hundido de 5000 km2 de extensión.

El arroyo Los Amores - Varias cuencas fluviales locales se han desarrollado en la región oriental del abanico del Bermejo (Tapenagá, El Rey, Los Amores, Negro) con rasgos fundamentales semejantes entre sí. Como ejemplo, puede describirse el arroyo Los Amores. Su alta cuenca, de aproximadamente 600 km2 de superficie, forma parte del Chaco occidental. Está compuesta por loess castaños permeables y tiene una dinámica general de infiltración; no aporta sedimentos al sistema de cauces.

La cuenca media se encuentra en el Chaco oriental; ocupa un área de 4000 km2 sobre arcillas palustres verde grisáceas y castaño rojizas endurecidas e impermeables. Se trata de un bloque tectónico levemente hundido; la superficie está cubierta en grandes extensiones por pantanos permanentes con vegetación muy tupida. La escorrentía es muy lenta. hay acumulación generalizada de sedimentos orgánicos que en ciertos lugares forman turberas tropicales. No aporta sedimentos clásticos al sistema de cauces. La baja cuenca se encuentra en la faja Paraguay-Paraná. Tiene unos 3500 km2 de superficie. posee un relieve mayor y está caracterizada por una red comparativamente bien desarrollada de arroyos y esteros bien definidos y un colector morfológicamente bien desarrollado (Iriondo, 1986).

En consecuencia, se pueden destacar las siguientes características significativas (que también existen en casi todos los arroyos del Chaco: a) la alta cuenca es irrelevante en el sistema; b) la cuenca media retiene el agua de lluvia durante largos períodos en pantanos y se produce acumulación de sedimentos orgánicos y elevada evapotranspiración; c) la baja cuenca produce escorrentía significativa, que ha permitido desarrollar una red de cauces fluviales.

El río Bermejo a la altura de Las Lomitas (61° de longitud Oeste) tiene un cauce de 1 km de ancho, muy divagante, con alta carga de sedimentos en suspensión y arena cuarzosa muy fina transportada en arrastre. Forma bancos planos de cientos metros de largo, incluyendo en la arena numerosos troncos y ramas de palo bobo (Tessaria integrifolia).

La arena al secarse se agrieta profundamente, formando polígonos de hasta un metro de diámetro. Es probable que los mismos sean originados por el alto porcentaje de coloides que transporta el río. En ciertos sectores, el río eroda activamente una barranca de unos 4 m de altura formada por sus propios sedimentos. La parte superior de la misma está constituida por bancos de arena depositados durante las crecientes y paleocauces rellenos por limo arcilloso con 15 a 25% de arena muy fina laminada ricos en materia orgánica descompuesta y moldes de hojas color gris oscuro. Los estratos tienen entre 40 cm y 1 m de espesor, y de 50 m a 300 m de longitud; son planos y concordantes.

La sección inferior aflora menos de 1 metro en aguas medias. Está compuesta por arena limosa rojiza más compacta, con moteados grises y manchas negras de Mn. Probablemente es más antigua que la faja actual de río. La faja actual del río Bermejo tiene un ancho de 10 km a la altura de Las Lomitas y es discontinua. Está caracterizada por numerosos cauces menores abandonados, con distintos grados de conservación. Los más antiguos están casi borrados y presentan hoyas de deflación transformadas en lagunas. Los más jóvenes tienen barrancas de 3 a 4 m de profundidad y conducen agua durante las crecientes. El terreno está compuesto por sedimentos similares a los que afloran en la barranca: un limo arcilloso rojizo endurecido, compuesto por cuarzo e illita con alto porcentaje de coloides, forma un sustrato. Sobre el mismo, se ha depositado un limo arcilloso marrón, friable, moderno, con la misma composición mineralógica. Los paleocauces se encuentran dentro de fajas de 1 a 2 km de ancho, separadas por terreno más alto, compuesto por el limo rojizo.

 

El abanico del Pilcomayo

El Pilcomayo ha formado el abanico aluvial más importante del Chaco (Fig. 20). Se trata de uno de los pocos abanicos aluviales activos de gran tamaño del continente sudamericano. Su superficie total es de 210 000 km2. Tiene una amplia cuenca montañosa en la Cordillera Oriental y en las Sierras Subandinas bolivianas. Atraviesa esas montañas en grandes meandros incididos, en una situación claramente antecedente. Por lo tanto, para el río Pilcomayo debe deducirse una edad terciaria, probablemente Plioceno inferior.

Sus afluentes subandinos, por el contrario son subsecuentes, modernos y poco desarrollados. El río sale a la llanura en Villa Montes (21° 20'S y 63° 30W). En esa área está ubicado el ápice del abanico. Los depositas fluviales forman dos terrazas, la más alta de altura variable (40 m en el valle aguas arriba y 20 m en el pie de monte), está coronada por un depósito eólico rojizo de 3 m de espesor, en cuya parte superior hay un suelo bien desarrollado.

La terraza inferior forma la mayor extensión de la región. En el valle aguas arriba, cerca del puente carretero, tiene 6 m de espesor y está formada por dos estratos. El inferior está constituido por rodados y bloques, de color en general gris; el superior está formado por rodados algo menores y bloques en una matriz arenosa rojiza.

En el pie de monte oriental esta terraza tiene 2 m de altura; está cubierta por estratos gruesos y muy gruesos de arena rojiza, planares, con contactos netos.

La terraza baja se extiende hacia el este, formando una amplia superficie en el Chaco occidental. En el oeste de Formosa, de 300 a 400 km de distancia hacia el sureste, esta unidad está compuesta por un depósito de limo cuarzoso y arena cuarzosa muy fina. Los granos están cubiertos de hematita y grandes placas de illita intersticial. El sedimento es de color marrón amarillento, compacto y moderadamente plástico. La unidad está caracterizada por numerosos cauces efímeros, de 5 a 15 km de longitud visible y trazado irregular. Alcanza hasta aproximadamente el meridiano de 60° W, formando un abanico.

Hacia el este se extiende en superficie una unidad más antigua, posiblemente correlacionable con la terraza alta de Villamontes. Está compuesta por 10 a 20 m de arcillas limosas palustres, cubiertas por pantanos permanentes y temporarios. Está cruzada por fajas fluviales de rumbo Oeste-Este y NoroesteSuroeste, compuestas por amplios paleocauces que forman los colectores de cuencas locales menores (Monte Lindo, Pilagá, Verde, Melo y otros), con dinámica hídrica similar a la descrita para Los Amores.

Esta unidad forma toda la zona distal del abanico del Pilcomayo, que limita con la faja Paraguay-Paraná a lo largo de 650 km. Los sedimentos del río en Villamontes están compuestos por arena muy fina y cuarzosa. Los extensos depósitos de arena incluyen bancos y clastos sueltos de rodados y bloques redondeados. El caudal máximo del río es 45 veces mayor que el mínimo.

En la parte alta del abanico, el Pilcomayo ha mudado de cauce varias veces durante el clima húmedo actual. Los cauces abandonados están formados por arena fina limosa, con un relieve interno del orden de 1 m, sin arcilla ni sedimentos gruesos visibles. Algunos de ellos transportan caudales considerables durante la época húmeda.

Durante los últimos siglos, el río Pilcomayo desembocó en una depresión de origen tectónico, de unos 15 000 km 2 de superficie a 250 km de distancia del río mismo, denominada "estero Patiño", depositando en ella ingentes cantidades de arena muy fina y limo (hasta 40 gr/l de sedimentos en suspensión en las crecientes). El mecanismo de colmatación del estero fue estudiado por Cordini (1974), quien registró altas concentraciones de sólidos suspendidos (hasta 40 000 ppm) Y. la formación de diques de troncos y ramas durante las crecientes. Dichos diques constituyen eficientes trampas de sedimentos, que terminan provocando la migración del cauce.

Cordini encontró allí un complejo paisaje caracterizado por largos cauces abandonados, pantanos cubiertos por vegetación flotante y lagunas. Los diques de troncos son posteriormente enterrados por la arena, se oxidan y desaparece, provocando el colapso de la arena subreyacente.

Este fenómeno origina el paisaje de "hoyales", áreas cribadas de pozos de hasta 5 m de diámetro y 1,5 m de profundidad; hacia 1980 el estero Patiño terminó de rellenarse completamente. En consecuencia, el Pilcomayo comenzó un proceso de avulsión, colmatándose paulatinamente la porción inferior del cauce con arena fina y limo, y desbordando el agua a la planicie que lo rodea.

Dicho mecanismo origina el retroceso del punto de desborde aguas arriba en sucesivas crecientes. La velocidad de retroceso es de 10 a 35 km año; el mecanismo específico de colmatación es el siguiente: la descarga varía de 3600 m3 S-1 en la crecientes a 80 m3 S-l en el estiaje (Rabicaluc, 1986).

El cauce normal tiene 500 metros de ancho aguas arriba del área de colmatación. En el área de colmatación aparecen estrechas zanjas cortando los albardones laterales (en 45 km se encontraron 10 zanjas), drenando cada una de ellas una parte del caudal de río.

La mayor parte de los sedimentos permanece en el cauce, produciéndose un adelgazamiento de la corriente de agua, que termina por desaparecer completamente, dejando al cauce colmatado al mismo nivel de la planicie. El agua que desborda a la Argentina forma un extenso pantano de 250 km de longitud y 7 a 12 km de ancho. Su dinámica y morfología es palustre.

Las aguas derivadas al Paraguay producen un fenómeno similar. En 7 años el río ha retrocedido 160 km. En el oeste de Formosa (Argentina) se pueden ver varios paleocauces bien conservados que atraviesan los depósitos limo-arcillosos pleistocenos de distribución areal.

Uno de ellos (La Pampa) fue perforado a 25 km al norte de Las Lomitas, encontrándose arena cuarzosa bien seleccionada, fina y muy fina, de color rojizo. En ese lugar, no existe diferencia topográfica entre el paleocauce y la planicie circundante; en otros sitios del mismo hay desnivel de 2 a 3 m. Lo más probable es que el mecanismo sedimentario que rellenó los paleocauces sea el mismo observado actualmente en el río Pilcomayo: taponamientos sucesivos en el tramo final van acortando el cauce durante varios años hasta que el agua toma finalmente un rumbo estable, diferente del anterior.

En una primera aproximación, el desarrollo del abanico del Pilcomayo ha seguido una secuencia de dos mecanismos contrastados: a) desarrollo de fajas fluviales estables durante periodos húmedos como el actual; b) sedimentación generalizada mediante una sucesión de cauces efímeros en los periodos climáticos secos. En ambos casos hubo desarrollo de pantanos de distintos tipos en los bloques hundidos.

 

Siguen inefables ejemplos del trogloditismo "hidráulico" en planicies extremas

¿Cómo sacarlos de sus obtusos catecismos, sin abismarlos? No hay otra salida que el abismo.

 

Planos gentileza del Ingeniero Néstor Rolando Correa, investigador y trabajo postdoctorado en el Instituto de Hidrología,

Economía del Agua e Ingeniería Hidráulica Agrícola, Leibniz Universidad de Hannover, Alemania (1984-90). De su pluma:

-Hoy, el origen de los sedimentos en el Delta proviene mayormente del Río Bermejo, que transporta/vuelca aprox. 80 millones de toneladas x año; 
- Hace más de 50 años, el Río Pilcomayo (hoy colmatado) produce y deposita sedimentos en su cauce más de 80 a 100 millones de toneladas x año. En los mapas históricos adjuntos puede verse que en el siglo pasado el Pilcomayo desaguaba sus sedimentos por dos brazos en el Río Paraguay; 
- Puede pensarse como hipótesis que el proceso de atarquinamiento evidenciado desde la desembocadura del Río Pilcomayo, puede repetirse en los casos del Bermejo y del Delta del Paraná;
- Los procesos anteriores y de contaminación son causados por acción antrópica (directa o indirecta), por deforestaciones, explotaciones mineras, cambios en el uso del suelo y de las aguas, cambios en el régimen de precipitaciones, etc.; 
- Los procesos de sedimentación son progresivos (como un cáncer) y avanzan exponencialmente como lo muestra el caso del Pilcomayo;
- Aunque sea un gran negocio (y/o negociado?) para los que operan ritualmente las dragas y/o realizan obras y/o estudios (por 400 Millones USD anuales o más), el fenómeno tiene tal magnitud que le reitero que nos asemejamos a las hormigas (o abejas) frente al paso de un elefante o de una inundación por el hormiguero (o colmena).